Alfa Iris: Buscando mi otra mitad
img img Alfa Iris: Buscando mi otra mitad img Capítulo 4 Misión esencia de vampiro
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Capítulo 10 VIII: Un duelo se aproxima img
Capítulo 11 IX: Energía natural (Parte 1) img
Capítulo 12 IX: Energía natural (Parte 2) img
Capítulo 13 X: Híbrido img
Capítulo 14 XI: Un collar proveniente de las afueras (Parte 1) img
Capítulo 15 XI: Un collar prveniente de las afueras (Parte 2) img
Capítulo 16 XII: Un equipo inesperado img
Capítulo 17 XIII: El ataque del equipo inesperado img
Capítulo 18 XIV: Mitad de mi poder img
Capítulo 19 XV: Aliados para el juicio img
Capítulo 20 XVI: Solo es un juicio img
Capítulo 21 XVII: Resultado del juicio img
Capítulo 22 XVIII: Estar entre dos otras mitades img
Capítulo 23 XIX: Una forma de entrar a la universidad del sur img
Capítulo 24 XX: Enlazados como compañeros img
Capítulo 25 XXI: Polos opuestos se atraen img
Capítulo 26 XXII: No es lo mismo llamar al diablo que verlo venir img
Capítulo 27 XXIII: Una mañana normal con los machos img
Capítulo 28 XXIV: Parte de mi padre, parte de su vida img
Capítulo 29 XXV: No me alejaré img
Capítulo 30 XXVI: No puedo ver como asesinan gente inocente img
Capítulo 31 XXVII: Luego de una perdida img
Capítulo 32 XXVIII: Aunque vaya contra la misma Luna img
Capítulo 33 XXIX: Diferentes culturas img
Capítulo 34 XXXI: La híbrida y su acertijo img
Capítulo 35 XXXII: Descansa en paz img
Capítulo 36 XXXIII: Ahora todo hace en parte sentido img
Capítulo 37 XXXIV: Volviendo a mi niñez img
Capítulo 38 XXXV: Casa, recuerdos y libros img
Capítulo 39 XXXVI: El pacto entre el guardian del mar y yo img
Capítulo 40 XXXVII: En el desierto con un mitad vampiro img
Capítulo 41 XXXVIII: Un corazón roto img
Capítulo 42 XXXIX: En la palma de su mano img
Capítulo 43 XL: Aventura de mi cumpleaños 17 (Parte 1) img
Capítulo 44 XLI: Aventura de mi cumpleaños 17 (Parte 2) img
Capítulo 45 XLII: Aventura de mi cumpleaños 17 (Parte 3) img
Capítulo 46 XLIII: Aventura de mi cumpleaños 17 (parte 4) img
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Capítulo 4 Misión esencia de vampiro

-Es hora de ir a la escuela -exclamo, levantándome llena de energía.

Llego a mi escuela, que es para "normales". Tengo que admitir que en todas partes encontraré seres del mundo que los humanos no conocen que existen. Camino entre los estudiantes con agilidad; tantos olores juntos hacen que no use tanto mi sentido del olfato. Aun así, logro distinguir la presencia de una joven particular y familiar.

-¡Iris! -escucho que me llaman. -¡Iris! -grita la pelirroja, pero la ignoro para seguir con mi misión esencial del día.

-¿Qué quieres, Carly? -cuestiono, deteniéndome. Ella choca conmigo, logrando que le gruña involuntariamente.

-A mí no me gruñes, Iris -regaña, señalándome molesta. Le bajo el dedo inquisidor con fastidio.

-¿Qué tienes en mente hacer hoy? Veo en tus ojos que tienes un objetivo peculiar.

-Y yo pensé que no usarías tus "cosas" -le contesto, haciendo que frunza su ceño. Carraspéo suavemente para no llamar la atención de los traficantes de olores que tengo cerca. -Tengo que hablar con el grupo -muevo mi cabeza varias veces hacia el grupo de vampiros que está cerca.

-¡¿Estás loca?! -grita Carly, y la pellizco rápido para que se calle. -Ay, dolió -me mira triste, haciendo un puchero. -¿Cómo vas a ir donde el grupo más deseado de la escuela?

Suelto una risita burlona por cómo mi amiga describe al grupo de vampiros. -Ni que fueran la gran cosa -respondo con desdén. Lo digo lo suficientemente alto como para que ellos escuchen.

-Estás loca -susurra Carly. Me armo de valor y sigo mi camino hacia el grupo de vampiros. Siento cómo me sigue, pero al llegar a la línea imaginaria de su "territorio", me detiene.

-No, no, no y no, me largo. Hay una energía fuerte... demasiado densa. Siento que me... deshago.

-Espera, te necesito, no puedes dejarme sola en esto -le digo, pero trata de zafarse, sujetándola fuerte. -Es que... me gusta él... -sentí cómo quería vomitar-. Uno de ellos -trago y la miro, ganándome una cara de boba por su parte.

-¿A ti? -cuestiona sin creerme, ella me conoce muy bien, pero de todos modos asiento-. A mí también me gusta uno... o tal vez todos -responde coqueta. Claro, es Carly. Está en su naturaleza que le gusten los vampiros. -¡Pero igual! Es muy peligroso. Vamos a observarlos de lejos como hace todo el mundo -trata de escapar, pero no suelto mi agarre, haciendo que refunfuñe.

-No somos como todo el mundo, Carly -comento con orgullo. -Yo soy Iris González y tú, Carly Rodríguez.

Todos los presentes en el pasillo me miran. Empiezo a señalar dramáticamente.

-¡Tú no eres ella! -señalo a una. -Ni ella -a otra. -Y mucho menos esa -a la que se mete con todos en la escuela. -¡Podemos hacer un cambio en esta vida estudiantil! ¡Y ya es hora de que lo hagamos!

Escucho cómo algunos aplauden asintiendo. Incluso hay maestros que asienten. La maestra hogar me mira súper orgullosa.

-Qué bueno es ver a la presidenta estudiantil hablando así -comenta un maestro al pasar.

-Tiene una gran líder en su salón, profesora Caraballo -dice otro maestro.

-Si la rechazan, se verán como unos maleducados-susurran las chicas del pasillo.

Me doy vuelta con una sonrisa de satisfacción. Miro a los vampiros que están actuando como si nada, como si mi discurso no hubiera tenido efecto, haciendo que mi cara se ponga seria. Se supone que debieron escuchar eso y cooperar conmigo, porque si no, serán mal vistos en la escuela... creo.

-Vamos, Carly -exclamo, estirando mi mano, pero al girarme... estoy sola. -No puede ser... -murmurro. -¡Me dejó sola! -bajo mi cabeza. -Ay, qué bruja...

ME acerco al grupo de vampiros. Trago saliva nerviosa y cruzo su línea imaginaria. Siento como si yo fuera un ratón y ellos fueran una pandilla de gatos que pueden cazarme en cualquier momento.

-Tranquila, Iris. Son solo... como cinco vampiros o más. - me digo.

Siento cómo se ponen alerta al acercarme.

-Buenos días -saludo con voz temblorosa, pero carraspeo al ver lo tonta que me veo.

-¿Qué quieres, licántropo? -pregunta uno de los vampiros con actitud.

-Tal vez quiera darnos un gran discurso como hace unos minutos - ríe otro burlón, haciendo que los otros también rían.

-Yo... -me muerdo la lengua al ver que me observan de forma insignificante. -Quiero su esencia. O mejor dicho, algo que conserve su olor natural.

Ellos me miran sorprendidos por mi solicitud, creando un silencio incómodo. Percibo una presencia fuerte entre ellos, pero no me atrevo a mirar más detenidamente. Todos dirigen la mirada hacia lo que creo que es la líder; la cual me observa con cierta curiosidad antes de apartar la vista.

-No podemos. Con solo una gota de nuestro veneno, puedes convertir a un humano. Es peligroso -me advierte la líder, molesta.

-Solo... -susurro, cerrando los puños, debo ser valiente y sincera. -No quiero ir a la maldita escuela de lobos. Si no quieren que yo misma me convierta en una cazadora de vampiros y los persiga uno por uno, será mejor que me ayuden.

Todos se tensan, parecen listos para atacarme si me descontrolo. Parece que no conocen mi secreto de que no puedo convertirme en loba.

Pero escucho como alguien ríe, lo que nos toma a todos por sorpresa. Tiene la presencia que había sentido. Un vampiro con ojos casi humanos... pero algo inquietantes.

Es tan...

Trago saliva y trato de ignorar lo guapo que es.

Me sonríe de oreja a oreja, sus colmillos a la vista. Si no fuera por su risa, lo tomaría como una advertencia. Salta del muro donde estaba apoyado y se acerca a mí. Mis piernas comienzan a temblar. ¿Por qué reacciono así? Se acerca a mi rostro, y percibo un olor único, ni asqueroso ni exquisito.

-Sígueme.

Y camina sin esperar respuesta. Yo, en shock, lo sigo. Miro a su grupo antes de perderlos de vista, les saco la lengua en señal de victoria. Recibo gruñidos en respuesta y río bajito.

Sigo al vampiro de ojos grises, sintiendo cómo emana una energía especial, distinta a todo lo conocido. ¿Qué será?

Nos dirigimos hacia el estacionamiento, que por lo menos no es un bosque como suelen ser los escenarios en los libros de hombres lobo o vampiros. Siento la mirada de todas las chicas clavadas en mí. "Es solo un chico", me repito mentalmente.

Puedo escuchar el corazón del chico. Late más rápido que el de un humano, haciéndome saber que es un mitad vampiro. Algo inusual de por sí, aunque centrándome en su grupo como dos más lo son.

Paramos en el estacionamiento y él se dirige hacia lo que supongo que es su auto. Lo abre y saca una camisa ¿de anime? Aguanto la risa por un momento al ver a un vampiro con una camisa de anime, aunque yo también veo.

- ¿Vampiro otaku?- murmuro admirando la camisa, y no aguanto: me río a carcajadas. Él me lanza una mirada seria. -Lo siento, nunca imaginé que vieras anime... y del viejo. -me disculpo.

Él sonríe levemente y se encoge de hombros, sin darle mucha importancia a mi reacción.

-Me gusta. Es diferente a las tonterías de vampiros, lobos y quién sabe qué más. -responde.

- ¿Esto... sirve como esencia? - pregunto, al ver que apesta muy fuerte a vampiro.

-Con eso basta -contesta. Me quedo en silencio.

Nunca se me habría pasado por la cabeza... No habría pasado esto si hubiera pensado en robar algo de un vampiro que tenga su olor. Observo cómo el personaje de la camisa usa su poder de ojo en la imagen.

-Eres inteligente. -digo, me giro ya que no me gusta admitir las cosas, y aguanto la camisa como si de verdad apestara. -Esto... gracias.

Duele admitirlo, pero se lo ganó.

Regreso a la escuela. Suena el timbre y todos corren a entrar. Entro a mi salón y me siento en el pupitre de siempre; mientras miro por la puerta, observo cómo el vampiro habla con unos estudiantes. ¿Qué es? Su energía logra intimidarme, cosa que no es muy fácil. Este me mira, haciendo que me congele, pero su sonrisa cálida me calma.

-¡Iris! -chillan todas las chicas cuando el vampiro se aleja.

-¿Qué? -me quejo. Me miran como si hubiera ganado un premio.

-¿Lograste tu misión de esencia de vampiro? -pregunta Carly, sentada detrás de mí.

-¡Sí! -respondo emocionada, pero luego recuerdo... que me abandonó en territorio de batalla. -¡Eres una bruja! -le grito, y ella empieza a pedirme perdón varias veces por dejarme sola.

Mañana es sábado. Estoy lista para enfrentar la escuela de licántropos. Solo hay un detalle preocupante: le debo algo al vampiro. ¿Y si cobra el favor?

Muevo mi cabeza, alejando esos pensamientos. Miro hacia adelante, atendiendo a lo que la maestra dice mientras entra al salón.

Es hora de enfocarme, por ahora.

            
            

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