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Me sentaba cada tarde a escribir en aquella
libreta, todos los sentimientos que reprimía por miedo a ser descubiertos,
estaba decidida a entregarle esos hermosos sentimientos a Mauricio. Mi corazón
gozaba por esa dulzura de ser humano que él era, mi mundo giraba a su alrededor
deseando con todo mi ser que el siempre formara parte del universo que había
construido en mi soledad y que solo el lograría pintar aquellas paredes grises
y blancas que yo nunca fui capaz de pintar con aquellos miedos que consumían mi
energía al punto de querer tirar la toalla.
Mi vida era descolorida hasta que una tarde descubrí
toda una constelación en su mirada, desde ese momento decidí a mostrarte la
galaxia completa si era necesario.
Disfrutaba mirar su sonrisa y aquel brillo
incomparable que sus ojos trasmitían, era una paz única que solo se podía
encontrar una vez en esta vida.
Había llegado de la universidad, estaba en la
cocina revisando lo que me podía preparar para comer, comencé a sacar algunas
verduras y estaba escogiendo si comer carne roja o blanca, al final saque milanesa
de pollo para empanizarlo, mientras picaba las verduras que pondría a cocer en
agua, comenzó a timbrar mi teléfono, rápidamente limpie mis manos con mi mandil:
-bueno, con quien tengo el gusto-. Era un numero desconocido, era la voz de una
mujer.
-Hablo con Elian-. Con voz preocupada.
-si con ella habla, ¿en qué puedo ayudarla? -.
-Hola Elian, soy la madre de Mauricio, te
estoy hablando desde el hospital, encontré tu numero en la agenda de mi hijo-.
Cuando escuche hospital, mi corazón comenzó a
latir muy rápido, temía lo peor, rogaba porque no me dijera que era el quien
estaba en el hospital internado, así que no emití ningún ruido y escuche
atentamente a la madre de Mauricio, se podía escuchar la voz de la señora Nallely
entrecortada como si estuviera a punto de llorar.
-te llame para pedirte que por favor vinieras
de inmediato al Hospital Divina Providencia, ven lo más rápido posible por
favor, cuando llegue acá te pongo al tanto de la situación, pero necesito que
vengas ahora mismo-.
-esta bien señora, deje agarro mis cosas y
salgo de inmediato rumbo al hospital en un rato mas la veo-. Cuando colgué el
teléfono, no podía asimilar que Mauricio estuviera en el hospital si hace un
par de días nos habíamos visto.
Tome mi bolso lo más rápido posible, llegue a
la entrada del edificio tome el primer taxi que vi, tenia que llegar de
inmediato al hospital, no me era permitido demorarme, el chofer tomo un atajo
para llegar lo antes posible.
Entre corriendo al hospital cuando estaba por
preguntar en recepción la Señora Nallely se acerco a mi: -gracias por llegar lo
antes posible, lo que pasa es que tuvimos que ingresar de inmediato a Mauricio
al Hospital porque hoy en la mañana se desvaneció por la fiebre alta,
intentamos despertarlo con alcohol pero no lo logramos de igual manera
intentamos bajarle la fiebre con compresas de agua fría pero solo no le bajaba
nada, así que de inmediato lo ingresamos al hospital y nada mas no despierta,
estaba con él en la habitación y no dejaba de pronunciar tu nombre así que le
pedí a mi esposo que buscara en la agenda de Mauricio tu número de teléfono-. Estaba
impactada por lo que estaba pasando.
-muchas gracias, señora por ponerse en
contacto conmigo, puedo pasar a verlo-. Necesitaba ver como estaba me sentía débil
y tenia miedo de que el no despertara.
-claro que puedes entrar a verlo deja te
llevo hasta la habitación, acompáñame-.
Cuando entre a la habitación estaba ahí
acostado en aquella camilla, tenía conectado suero a una de sus muñecas, se
podía ver que en cualquier momento despertaría, pero la realidad era otra, los
doctores estaban preocupados que no despertara por consecuencia de la fiebre,
acerque una silla me senté tomando su mano para que sintiera que yo estaba ahí,
mientras sostenía su mano le pedí a dios que no me arrebatara nuevamente a la
persona que mas he amado en este mundo, tenía mucho miedo de que le sucediera
algo, me quede dormida sosteniendo su mano, puede escuchar que estaba hablando.
-Elian en donde estas, por favor ven conmigo,
no te vayas-. Le desperté para ver si el estaba despierto o seguía inconsciente,
en su rostro se notaba preocupado, no sabía que hacer lo único que se me
ocurrió fue hablarle al oído. -aquí estoy contigo mi amor, no me iré a ningún
lado, siempre estaré contigo-. Cuando termine de decirle eso su rostro se
relajo y dejo de balbucear.
Mas tarde entro la mama de Mauricio para ver
como seguía: -Elian porque no vas a la cafetería a tomar y comer algo, porque
desde que llegaste no te has querido separar ni un segundo de mi hijo, yo aquí
me quedare ve a comer algo, porque puedo asegurar que no has comido nada desde
que te llame al medio día-.
Me había enamorado completamente de él, era
difícil aceptarlo y demostrarlo ya que era una persona fría y poco cariñosa,
acostumbrada a cubrirme con una carcasa para que nadie fuera capaz de llegar a
mi sin importar la situación.
Caminábamos por la calle tomados de la mano,
dirigiéndonos al parque aquel lugar lleno de árboles y pajaritos cantando, un
aroma a flores era la sensación más hermosa del mundo era como sentir el viento
fresco de la mañana que recorre por tu cuerpo y que lentamente se eriza sin una
explicación razonable, nuestro ser era el único capaz de entender aquella
extraña pero hermosa sensación.
-Mi amor que te parece si vamos al festival
navideño, para festejar el año que llevamos juntos, me gustaría pasar una
hermosa velada contigo, ¿aceptas mi amor? -. Muchas veces le pedí a Dios
encontrarla, que solo era capaz de enamorarme y amarla a ella sin importar el
tiempo, la distancia o los mismos obstáculos que la vida nos podría para medir
el amor que nos tenemos mutuamente.
Eso me emocionaba, era lo que tanto deseaba,
en mi interior gritaba y saltaba de la emoción. -claro que acepto amor, muero
de ganas de ir contigo, además si tu no lo hubieses mencionado, yo te hubiese
hecho la petición-. Sonreí para tratar de no volverme loca de la felicidad.
-qué te parece si paso por ti a las 7:00 pm-.
-si amor, entonces nos vemos esta noche-. Nos
despedimos con un tierno beso, poco a poco íbamos aprendiendo a mostrarnos
afecto en lugares público, éramos muy tímidos, pero disfrutaba de aquella
timidez en nuestra relación.
Estaba en mi departamento, preparando algo de
comer, sonó el teléfono y corrí a contestar; -hola, hija, ¿Cómo estás? –.
-Bien mamá, a que se debe esta llamada
sorpresiva por lo regular no me llamas a esta hora-. Era extraño y comenzaba a
pensar lo peor.
-Te llamo porque tu papá me sugirió invitarte
al festival navideño, iremos esta noche-. Estaba entre la espada y la pared por
un lado mis padres irían y peor aún me están invitando a ir con ellos, otro
lado Mauricio pasara por mi a las 7:00, ahora que hare para no decepcionar a
ninguno.
-Me parece bien mamá, el detalle es que quede
de ir con él esta noche al festival, le diré que nos veamos allá para irme con
ustedes y pasar un rato todos juntos-. Estaba rogando porque mi mamá aceptará y
no se terminará molestando conmigo. -esta bien hija, entonces pasamos por ti a
las 6:30 pm, queremos ir a comer algo contigo, tu hermano solo ira a comer y se
regresara a la casa, nosotros veremos la función que darán sobre una obra de
teatro y creo que habrá juegos artificiales-.
-me parece bien mamá, entonces nos vemos en
un rato más, te quiero-. Mire el reloj eran a las 4 de la tarde así que me
apure a llamar a Mauricio, para decirle que nos veríamos en el festival.
-Hola mi amor, perdón que te esté llamando,
tengo algo que decirte-.
-dime mi amor, me estas asustando, te paso
algo o es alguien de tu familia-. Con tono preocupado.
-en realidad es que mis padres me acaban de
llamar para invitarme a ir con ellos al festival navideño, no les quise
rechazar la invitación, así que acepte, también como no quiero dejarte
plantado, te parece si nos vemos a las 7:30 en el festival estaremos en el área
de comida, digo si estas de acuerdo con ese cambio de planes-. Estaba algo
preocupada pensaba que rechazaría el cambio de planes y no culparía si lo
hiciera ya que yo le estoy cambiando las cosas a unas horas de vernos. -esta
bien mi amor, entonces nos vemos 7:30 en el área de comidas, te amo-.
Suspire profundo y me sentí aliviada temía
por su reacción, para mi sorpresa todo salió bien, no se molesto y lo tomo con
calma, solo faltaba ver que me pondría, era un gran problema para mí, siempre
me tardo así que mejor comienzo de una vez.
Me di un baño, saliendo del baño vi que en mi
cama había dejado la libreta que Mauricio me había regalado, aún era temprano
ya había decidido que ponerme, así que agarré una pluma de mi escritorio y
comencé a escribir algo lindo.
"Me invade una gran ansiedad de poder mirar
esos hermosos ojos perderme en ellos, soñar un mundo entero de aventuras
contigo, quiero caer en la suavidad de la cama y que tur brazos me rodeen y me
digas al oído que tu mundo soy yo, quiero ser como el viento que siempre está
ahí sin ser visto, caminar contigo y que cada obstáculo lo superemos juntos sin
temor de separarnos, eres aquella persona que con una mirada me eriza la piel,
con un te amo me sonrojas el alma, con un beso conquistas mis sentidos, me
haces perder la noción del tiempo cuando estoy contigo."
Justamente ahora pienso en ti, las
horas se convierten en días, tantos
obstáculos me han mostrado cuanto te
amo eres mi mundo lleno de grandes y
nuevas experiencias te amo amor mío.
Tu me haces amarte tanto me
Erizas la piel con una caricia.
Ante el mundo entero le
Muestro mi amor ante ti,
Olvidarte es algo difícil.
Mi solecito hermoso,
Iluminas mi mundo oscuro.
Vi en tus hermosos ojos
Irresistibles veces el
Día y la noche en donde
Amarnos es el único propósito.
"puedo amarte durante miles de vidas, te
aseguro algo que no importa en que parte del mundo me encuentre mi corazón solo
te pertenecerá a ti."
Era difícil no amarlo era como aquella puesta
de sol en cada atardecer en donde buscabas la mejor vista y disfrutar de lo
impactante que la naturaleza te puede regalar en una hermosa puesta de sol, mi
corazón palpitaba muy fuerte como si de un momento a otro dejara de latir, lo
amaba con este pequeño corazón que puede ser muy frio pero cálido cuando la
persona es diferente con él, amaba sus ocurrencias, el reía de cada cosa que me
pasaba, se burlaba de mis errores al hablar, tomaba mi mano al cruzar cada calle,
me daba un beso en la frente cada que nos encontrábamos y un tierno beso en la
mejilla como despedida, me cuidaba como si fuera una niña pequeña con tanta
delicadeza.