Bosque de Almas
img img Bosque de Almas img Capítulo 2 II El Forastero
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Capítulo 6 VI El Viaje img
Capítulo 7 VII La Bestia y la Suerte img
Capítulo 8 VIII Extraño Estándarte img
Capítulo 9 XI Rebeldes img
Capítulo 10 X Nuevo Aprendiz img
Capítulo 11 XI El Traicionado img
Capítulo 12 XII Camino a Los Bosques Torbeleanos img
Capítulo 13 XIII Taberna Capa de Sol img
Capítulo 14 XIV Aroma de Guerra img
Capítulo 15 XV Conflictos e Indignaciones img
Capítulo 16 XVI Órdenes Directas img
Capítulo 17 XVII Sala de Entrenamiento img
Capítulo 18 XVIII Rozando la Muerte img
Capítulo 19 XIX La Narrativa de los Viejos Continentes img
Capítulo 20 XX La Guerra de las Flores img
Capítulo 21 XXI Refuerzos del Este img
Capítulo 22 XXII Toslan XI, No Perdona img
Capítulo 23 XXIII Ferzan Marrins img
Capítulo 24 XXIV Miseria y Decadencia img
Capítulo 25 XXV El Recluta de los Desamparados img
Capítulo 26 XXVI Eludiendo img
Capítulo 27 XXVII Penitencia img
Capítulo 28 XXVIII El Cuartel Secreto img
Capítulo 29 XXIX Entrenamiento & CortaEspinas Dels img
Capítulo 30 XXX Campamento de Jalagh img
Capítulo 31 XXXI Misión en Werks img
Capítulo 32 XXXII Discuciones en la Nobleza img
Capítulo 33 XXXIII El Secuestro de Lad Cariz img
Capítulo 34 XXXIV Problemas en Ambelon img
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Capítulo 2 II El Forastero

Una noche difícil para conciliar el sueño, tras lo sucedido, ahora es una ardua tarea asimilar todo. Ver tanta sangre y viseras fue muy impactante para Sherek; recuerda la flor blanca del huerto y va a revisar si aún estaba allí, a su alrededor todo estaba quemado y aún quedaban algunas cenizas a raíz del incendio. No quedaba rastro de la flor, ni del huerto.

Poco a poco el agotamiento físico hizo que los ojos de Sherek se cerraran en este jardín destruido. Así, sin darse cuenta, cayó rendido en el césped quemado.

A la mañana siguiente la escena se ve con más claridad y es mucho más repulsiva ante sus ojos. Sherek recoge la escopeta y decide entrar a la casa de los ancianos para revisar con detenimiento que puede encontrar, quizá entre sus pertenencias exista algo de valor. Entra con cautela, prudencia, respeto y se da cuenta de que es una casa bastante antigua pero acogedora. Desayuna un poco aprovechando la estufa y recoge algunas provisiones para emprender y seguir su recorrido, a pesar de que no piensa quedarse en este lugar, el bosque, por mucho tiempo ya que le recuerda muchísimo el horrible sueño que tuvo antes de despertar.

Husmea un poco entre las habitaciones. Le había tocado dormir afuera pero quería descubrir por que el anciano tosco era tan receloso con su hogar, quizás guardaba algo de valor o tenía algo que no quisiese que nadie o especialmente Sherek, viera. Después de indagar por un buen rato en uno de los cajones de la habitación de la anciana encuentra unas cartas. En estas se narran las historias y experiencias del anciano, cuyo nombre legal por fin queda descubierto en dichas cartas,su nombre era Charles.

Cuando formaba parte del ejército de un antiguo rey. Participó en la guerra en nombre de Hashlen I, defendiendo la monarquía de usurpadores al trono influenciados por los Oslandeses, que querían acabar de una vez por todas con las creencias de un reino aún más antiguo, de las cuales este soberano Rey a quien Charles sirvió, aún mantenía.

Sherek intenta leer y limpiar bien una ligera capa de polvo, sobre la última carta para confirmar el nombre de ese antiguo reino, pero lamentablemente su antigüedad solo hace que se agriete el papel, incluso más cuando intenta limpiarla, así que la maneja con más sutileza para no romperla y apenas logra visualizar ciertas letras:

"Durante mi última estadía en Osland; me di cuenta de lo salvaje que puede llegar a ser la humanidad con un soberano enfermo. Todas estas cartas que he estado enviando a la doncella de este valiente guerrero, solían contar los males que aquí he vivido, solo con la grata esperanza de volverte a ver y compartir de un bello atardecer con unas tazas de café, así pues, le supliqué a el Rey Hashlen volver a S..... ..................... con la ............ . .. ........ que esperábamos, y cumplir con mis deberes como parte del ejército, lamentablemente al volver ... ..... ...... .. ... Con la muerte del ....... .. .... ..... con .. ......... ........... ....... .... y así nuestro cometido no consiguió cumplirse como lo esperábamos, de igual manera logramos convencer a varios eruditos que se desplazaron en todos los continentes para ...... ........ ........ ....... Sin más que decir, me despido así por los momentos, esperando con muchas ansias nuestro pronto encuentro. Con amor, Charles".

Guarda las cartas de nuevo en el cajón y con algo de nostalgia hacia estos difuntos señores, olvida el saqueo que estaba a punto de hacer y ahora se dispone a enterrar los cadáveres de las personas nobles que estaban dispuestos a ayudarle, de alguna manera leer estas cartas le despertaron una empatía muy grande, y lo menos que podía hacer era recoger sus cuerpos y enterrarlos de una forma digna, en vez de irse y dejarlos ahí como comida fresca, para los cuervos.

Sherek sale de la casa y con algo de asqueo mueve el cadáver de Charles hacia la parte de atrás de la casa junto con el brazo que había quedado de la señora, su difunta esposa, y cava unas dos pequeñas tumbas donde les entierra con una pala que estaba por los alrededores. Les rinde unos minutos de silencio y entiende que lo menos que puede hacer es plantarles flores a las tumbas, sin embargo vuelve a subir a la habitación, recoge el cajón junto a las cartas, y las cubre bien para que la tierra o lluvia no las arruinen, y las entierra junto a Charles, una vez hecho esto, siente paz consigo mismo y continúa su camino.

Recorre en búsqueda del sitio donde había colocado la flor roja el día anterior y nota que la flor permanece completamente intacta, esto le extraña muchísimo.

Decide que la debe revisar un poco, la huele, la prueba y la toca, pero nada le llama la atención, solo su color rojo característico. Vuelve a reflexionar sobre estas flores pero mantiene su incredulidad, y termina deduciendo que el desastre paso por el descuido del anciano con las minas, se siente algo mal por no haber insistido un poco más con sus advertencias. Sale de esta propiedad y vuelve a los bosques en los que pasa largas horas intentando buscar algún camino de tierra para llegar a un sitio donde pueda encontrar refugio; si no lo consigue, no le quedaría más remedio que volver a esa casa, durante todo su trayecto solo ve árboles, follaje y ramas en un denso bosque que parece nunca acabar. Pasan las horas y ve al cielo mientras piensa en querer olvidar las horribles imágenes que pasaban por su cabeza, recordando todo lo de la noche anterior, sigue caminando y le llama la atención un cumulo de flores moradas, naranjas y rojas que bellas, frescas e intactas, crecen en la maleza, al parecer por estos lados no se despedazan las flores. La reciente experiencia le crea a Sherek algo de miedo, pero aun así, en este largo camino lo único que puede generar y dar algo de emoción e intriga son estas flores "mágicas" que le empiezan a despertar cada vez más una enorme curiosidad. Así que se decide con algo de temor recoger unas cuantas, una vez más, ahora lleva una roja, una naranja junto con dos moradas y las coloca todas en un costal que tomo de la casa de los ancianos para seguir con su incierto recorrido. Al pasar otro par de horas nota que poco a poco la noche se aproxima y sin más remedio intenta improvisar un campamento con los pocos materiales que lleva y varias hojas de gran tamaño que se encuentran cerca; las cuales le sirven para cubrirle en caso de que lloviese. Empieza a preparar todo para construir una especie de guarida extraña con estas hojas, palos y ramas mientras se da cuenta de que está recordando ciertas técnicas de supervivencia que le ayudan a construir todo con mayor facilidad, en pocos minutos logra establecer eficazmente todo para poder descansar esta noche y se le ocurre plantar una flor morada a unos pocos metros de su campamento para ver qué pasaba, luego intenta cazar algo para comer con algunas trampas improvisadas junto a algunas piedras, ramas y sogas, para su suerte no tarda más de diez minutos en caer una ardilla, la cual despelleja sin problemas y enseguida prende una fogata para comérsela, recuerda las provisiones que había robado de la casa de los ancianos: algo de sal y unas especias que le dan un muy buen sabor a esa ardilla, acompañada de un par de panes. Mientras degusta esta carne blanda, intenta hacer memoria de más cosas.

            
            

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