Todas las preguntas se resumían en quien será, y por qué al despertar estaba en esas condiciones, pero sin lograr recordar nada, da por finalizada su gustosa cena y arregla su guarida para sentirse cómodo preparándose y así poder dormir de forma más placentera. Coloca su revólver y escopeta junto con el costal lleno de flores cerca de un costado por seguridad, de forma tal que en caso de alguna emergencia los tenga cerca. La noche es tranquila, ruidos de insectos y algo de brisa, junto a una extraña y silenciosa paz, esta vez logra conciliar el sueño con facilidad pero lamentablemente en la cabeza de Sherek había un caos. Tiene sueños con un extraño bosque que parecía sacado de una historia de terror.
De primeras se observan cadáveres empalados con lanzas por doquier, Sherek caminando hacia una casa muy parecida a la de los ancianos, pero esta, mantiene horribles condiciones, entre hierba muerta con árboles rojizos, gran cantidad de ramas desgastadas y rotas, nota además extrañas criaturas arrastrándose en el piso con forma de gusanos, pero totalmente llenos de ojos y algunas viseras que arrastran consigo, cuervos comiéndose entre sí, caballos y animales de pieles extrañas, algunas cocidas como si de parches de ropa se tratase y otras calcinadas, sombras veloces por todos lados, el cielo es de un tono rojizo y oscuro en el que sobrevuelan dragones que se queman los unos a los otros en este extraño complejo infernal. Cada vez Sherek se aproxima más a la casa, pero en uno de sus pasos tropieza con una rama que parece tener vida propia, la cual jala su tobillo logrando hacerlo caer en unas piedras que se asemejan a una brasa y recubren gran parte de todo el suelo del lugar, le hieren y queman un poco el rostro. Sin embargo Sherek logra levantarse con algo de dificultad, desenreda la rama, limpia su frente llena de cenizas algo ensangrentada y a pesar de todas estas cosas, Sherek no estaba confundido ni atemorizado a diferencia de su sueño anterior, en este iba con una gran valentía y una furia enorme.
Al llegar finalmente a la puerta ve que está labrada en materiales que nunca había visto, algo que parece ser una madera bastante oscura bien reforzada, una especie de metal rojizo en las bisagras acompañadas de pedazos de un extraño cristal verde. Da dos golpes esta puerta y grita:
- Abre Ocre, ¡llego tu fin!
En ese momento la puerta se rompe y sale una fuerte brisa desde adentro de la casa. Sherek entra con brusquedad y se dirige a una de las vitrinas de la casa donde desenvuelve una escopeta y carga varias municiones. Sube al piso de arriba y la madera de las escaleras cruje fuertemente, mientras va subiendo nota que todo está tirado en completo desastre por todos lados de la casa; platos, comida podrida, algunas ratas, vasijas quebradas, muchas telarañas, polvo y lo que parecieran ser cadáveres cubiertos por lonas, en las que cientos de gusanos se pasean.
Al terminar de subir, ignora todas las habitaciones de los costados, de las que se escuchan gritos de dolor, llantos y ruidos de cadenas; en algunas resuena su nombre.
Sherek! ¡Sherek, nooo! ¡SHEREEEK! ¡Regresa Sherek!
Unas de las puertas se abren de la nada bloqueando su camino e incitándole a regresar, pero Sherek las patea volviéndolas a cerrar, así pues, ignorando todo esto se dirige a la última habitación del fondo con bastante determinación. Allí rompe la puerta de una patada, sin titubear da dos disparos a un antiguo sillón que se encontraba en el medio de la habitación. En dicho sillón se encontraba sentado un anciano con túnica oscura que tras los disparos recibidos cae al instante esparciendo sangre por los alrededores, pero en su lecho de agonía, en el piso recita -La pasión no renunciará jamás en los maestros...
El Anciano cierra sus ojos y en ese instante, una brisa golpea y abre ferozmente las ventanas de la habitación dejando entrar a cientos de cuervos y murciélagos que parecieran querer atacar a Sherek. Él comienza a huir rápidamente de la casa, pero al bajar las escaleras, nota como en la entrada están ingresando todo tipo de criaturas horribles, mutaciones de sabuesos con lagartos, hombres pequeños con rostro de cerdo, esqueletos de cuervos y demás atrocidades, que una vez dentro solo intentan clavarse en el rostro de Sherek...
Logra defenderse con su escopeta de algunas criaturas, pero en un punto se queda sin municiones y la gran jauría de bestias cada vez está más y más cerca; es imposible volver a la habitación de dónde venía, ya que estaban saliendo demasiados murciélagos a la par de cuervos. Sherek decide saltar de la escalera, y lo logra con bastante agilidad para buscar escapar de todo esto, pero en el momento en el que cae, el suelo cruje y se rompe, junto a todas las bestias que intentaban atacarle, cae en un agujero enorme que pareciera ser una especie de portal, mientras Sherek va cayendo en este infinito vórtice oscuro, intentado aferrarse a la nada, cae al infinito con todas estas horribles criaturas y durante varios segundos solo escucha los chirridos de estas abominaciones, hasta que todas pasan de largo y en un punto el queda completamente estático, todo se aclara un poco y puede ver a su alrededor un infierno con infinidad de masacres, en las que están personas de todos los pueblos; son causadas por los hombres de túnica, además percibe mucha esclavitud, desastres naturales, suicidios en masa, guerras, violaciones, perversidades, muerte despiadadas, canibalismo y en general un mundo totalmente lleno de caos y agonía del cual tienen el mando los que pareciesen ser una especie de hombres con cuernos que visten ligeras prendas de cuero humano desde su pecho hasta su calzado, algunos cuentan con medallas hechas de ojos de muchas personas. Un hombre que parece ser el líder supremo está sentado en un trono de huesos y millones de personas se acercan a él, para que les alimente con sangre de cadáveres que tiene a un costado desde una especie de cáliz rojo.
Cae una gota de agua en la cara de Sherek que lo hace finalmente despertar. -¡Mierda! ¡Qué horrible todo esto! Al menos no duró tanto como el sueño que tuve la última vez, hubiese sido muy agonizante. En ese momento, despierto y somnoliento, mira la flor morada y siente algo de cólera. -Por esta basura seguramente tuve ese sueño.