La doble de la reina
img img La doble de la reina img Capítulo 4 Primer día en palacio
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Capítulo 7 Primer encuentro con el consejo img
Capítulo 8 Señales de peligro img
Capítulo 9 Alianzas ocultas img
Capítulo 10 Secretos en la biblioteca img
Capítulo 11 El guardián inesperado img
Capítulo 12 Dudas y miedos img
Capítulo 13 Bajo la misma corona img
Capítulo 14 Encuentro con la corte rival img
Capítulo 15 La voz de la reina img
Capítulo 16 El rey y sus dudas img
Capítulo 17 Enemigos disfrazados img
Capítulo 18 Sospechas en aumento img
Capítulo 19 Cartas selladas img
Capítulo 20 Noche de confesiones img
Capítulo 21 El aliado oculto img
Capítulo 22 Promesas y mentiras img
Capítulo 23 Un mensaje peligroso img
Capítulo 24 La prueba del veneno img
Capítulo 25 La doble vida img
Capítulo 26 El secreto de Darian img
Capítulo 27 La sombra del traidor img
Capítulo 28 La amenaza se acerca img
Capítulo 29 Alianzas frágiles img
Capítulo 30 La red oculta img
Capítulo 31 El rey dividido img
Capítulo 32 El pacto roto img
Capítulo 33 El dilema del amor img
Capítulo 34 Un salvador inesperado img
Capítulo 35 El mensaje final img
Capítulo 36 El enfrentamiento img
Capítulo 37 Caminos sin retorno img
Capítulo 38 La tormenta política img
Capítulo 39 La huida imposible img
Capítulo 40 Secretos familiares salen a la luz img
Capítulo 41 El amanecer incierto img
Capítulo 42 El secreto de la corona img
Capítulo 43 La voz de la traición img
Capítulo 44 El rey en la encrucijada img
Capítulo 45 La caída de un noble img
Capítulo 46 La decisión final img
Capítulo 47 El enemigo dentro img
Capítulo 48 El regreso de la reina img
Capítulo 49 El peso de la verdad img
Capítulo 50 La caída del velo img
Capítulo 51 Un nuevo amanecer img
Capítulo 52 El reino en reconstrucción img
Capítulo 53 La alianza renovada img
Capítulo 54 La reconciliación img
Capítulo 55 La traición latente img
Capítulo 56 Las advertencias veladas img
Capítulo 57 El secreto del palacio img
Capítulo 58 La caída del enemigo img
Capítulo 59 Un legado incierto img
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Capítulo 4 Primer día en palacio

El amanecer encontró a Elena Vasari despierta antes que los primeros rayos de sol se colaran por los ventanales del Palacio Real. La gran habitación donde ahora dormía estaba decorada con lujo y elegancia, pero para ella, ese lujo se sentía como una jaula dorada. Afuera, el palacio despertaba lentamente, con sus pasillos llenándose de sirvientes, guardias y cortesanos, cada uno desempeñando un papel en la compleja maquinaria del poder.

Elena se miró en el espejo de cuerpo entero, todavía intentando reconocer en su reflejo a la mujer que debía encarnar a la reina Amara. Su cabello estaba perfectamente peinado, el maquillaje impecable y el vestido bordado caía con gracia sobre su figura. Sin embargo, detrás de esa apariencia perfecta, su corazón latía con fuerza, entre la emoción y el miedo.

La mañana comenzó con una sucesión de lecciones intensas. Isabela, la mujer que se encargaría de su entrenamiento, la llevó por los intrincados pasillos del palacio, explicándole las reglas no escritas de la corte: cuándo sonreír, cómo saludar a un noble, qué temas evitar y cuáles fingir interés. Cada detalle era una pieza fundamental para mantener la ilusión, para evitar que nadie sospechara que la verdadera reina no estaba allí.

En la sala del consejo, Elena tuvo su primer encuentro con algunos de los miembros más importantes de la corte. Hombres y mujeres vestidos con ropas finas, que la miraban con una mezcla de curiosidad y desdén. Ella debía escuchar, aprender a responder con autoridad, y sobre todo, nunca mostrar inseguridad. Era un acto de equilibrio delicado, donde cualquier titubeo podía costarle caro.

Durante el almuerzo, sentada en la mesa real, sintió el peso de todas las miradas sobre ella. Las conversaciones se sucedían en voz baja, con susurros que parecían medir cada una de sus palabras y gestos. Más de una vez tuvo que contener una sonrisa nerviosa, mientras trataba de no cometer ningún error que delatara su falta de experiencia.

Pero no todo fue adverso. Entre las caras conocidas de la corte, Elena descubrió a algunas personas con las que podía conectar, aunque fuera de forma sutil. Una joven dama que le habló con suavidad sobre los jardines del palacio, y un sirviente que le ofreció una sonrisa cómplice, recordándole que detrás del protocolo, también existía la humanidad.

Al caer la tarde, mientras caminaba por los largos corredores, Elena sintió un profundo agotamiento, pero también una extraña determinación. Sabía que ese era solo el comienzo de un camino difícil y peligroso, pero estaba dispuesta a recorrerlo.

Al cerrar los ojos esa noche, la imagen de la verdadera reina Amara se mezcló con la suya propia. Elena comprendió que, para sobrevivir en ese mundo de apariencias, tendría que dejar atrás parte de sí misma y crear una nueva versión, una que pudiera llevar la corona con dignidad, aunque fuera una corona prestada.

            
            

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