Aprendiendo a ser Luna
img img Aprendiendo a ser Luna img Capítulo 4 4. Lejos de casa
4
Capítulo 6 6. Lazos de manada img
Capítulo 7 7. Daniel Graystone img
Capítulo 8 8. Inicio nada fácil img
Capítulo 9 9. ¿Serán compatibles img
Capítulo 10 10. Nuevas amigas img
Capítulo 11 11. Algo entre los arbustos img
Capítulo 12 12. Dulce aroma img
Capítulo 13 13. No es un sueño img
Capítulo 14 14. No salió como lo planeé img
Capítulo 15 15. La realidad me golpea img
Capítulo 16 16. Amor de abuela img
Capítulo 17 17. Amor de abuela II img
Capítulo 18 18. Sorpresas y coincidencias img
Capítulo 19 19. Amor a primera vista img
Capítulo 20 20. Debe ser una broma img
Capítulo 21 21. ¿Reunión familiar img
Capítulo 22 22. Ese encuentro... ¡¡qué encuentro!! img
Capítulo 23 23. Mi familia política img
Capítulo 24 24. El Clan Blackwood img
Capítulo 25 25. El Clan Blackwood II img
Capítulo 26 26. El amor está en el aire img
Capítulo 27 27. ¿Mariposas en el estómago o lobo en el corazón img
Capítulo 28 28. Joyas para una reina img
Capítulo 29 29. Otro típico fin de semana en casa img
Capítulo 30 30. Buenas noticias img
Capítulo 31 31. Nostalgia img
Capítulo 32 32. ¿Celos img
Capítulo 33 33. Creando lazos de amistad img
Capítulo 34 34. ¿Quién es Melissa img
Capítulo 35 35. Manteniendo oculta la llama img
Capítulo 36 36. Un rayo de esperanza en el camino img
Capítulo 37 37. Curiosidad img
img
  /  1
img

Capítulo 4 4. Lejos de casa

Mi tutora, será la señorita Ross, una loba con nariz respingada, ojos pequeños y más baja que mí, me da la bienvenida, le indica al chofer que debe colocar las maletas en el carrito dispuesto. Una vez terminada la operación, el chofer se despide de mí asintiendo con la cabeza y rápidamente se aleja, tal vez temiendo que trate de entrar al auto y ruegue porque me lleve de regreso a casa.

La señorita Ross me indica avanzar al interior del edificio y comienza a hablar sobre la distribución del edificio, la ubicación del comedor, la hora de inicio de clases, el uniforme y muchas otras cosas que parafrasea. En un movimiento veo un libro que identifico como el reglamento del colegio que lo extiende a mis manos como respuesta a mi clara falta de atención tratando de captar todos los detalles del nuevo mundo que me rodea.

Caminamos hacia el ala de los dormitorios. Me indica que me mostrará mi habitación y a medida que avanzamos noto que varias personas nos observan; a juego con mi paranoia, mis pensamientos redundan en que es claro que mi olor y aura las debe atraer. He olvidado que las lobas alfas no son para nada comunes y es sobre todo más raro que yo sin ser una primogénita, posea un aura tan fuerte como la de un heredero. Con esto en mente, llevo mi mano a mi cuello y enseguida me doy cuenta de que olvidé colgarme mi amuleto de olor.

Busco en mis bolsillos, lo encuentro y lo coloco rápidamente. Tal vez sólo llame la atención cuando sintieron mi poderoso aroma a alfa. Es algo que mis padres no han sabido explicarme. Mi padre, mi tío y hermanos son lobos alfa, su olor debe ser potente para marcar el territorio y ayudar a que los lobos sepan cuando ellos se están movilizando a lo largo del territorio. Las hembras son impregnadas del olor de los machos, aunque tienen un olor propio no es tan potente como el de un hombre. En cambio, conmigo se rompe la regla de las hembras. Tengo un olor tan fuerte que debo usar estos amuletos para minimizar su potencia y permanecer, digamos, oculta de los curiosos.

Llegamos a mi habitación, que se ubica en el segundo nivel y sonrió aliviada que los dormitorios son individuales y tendré privacidad si deseo ocultarme del mundo. La señorita Ross menciona perezosamente que el dormitorio cuenta con su propio baño y vestidor, y como mobiliario aparte de la cama, cuenta con un lindo escritorio y estante para libros. De inmediato gira y hace entrar a un tipo con mis cosas, veo que son todas las cajas y maletas que he traído. Las coloca cerca de la puerta y ambos salen.

Dedico las siguientes horas en acomodar mi ropa, los libros y artículos de papelería que pensé me servirán. Cuando me disponía a probar que tan cómoda es la cama, escucho por el altavoz que la cena estará lista en veinte minutos y todas las estudiantes debemos dirigirnos al comedor. De inmediato me coloco mi sudadera y salgo de mi habitación. Hago el trayecto en modo automático, a pesar de que la señorita Ross debió pensar que no presté atención cuando me mostraba el edificio.

Al entrar veo que el comedor es una serie de mesas dispuestas frente a un área de bufe con bandejas de comida de diferentes tipos, lo que debe cubrir todas las costumbres alimenticias de cada manada que se representan en el instituto. Tomo lo necesario y me dispongo a buscar la mesa más alejada y vacía del lugar. El salón es un avispero de alrededor de cien chicas de entre los dieciocho y veintitrés años, con diferentes rasgos, color de piel y cabello. De acuerdo con lo que la abuela me explicó, por cada manada se admiten de tres a cinco chicas. Si es la primera vez que una manada envía a sus miembros, sólo se permite una y esta chica debe ser familia cercana del alfa como signo que confía en el cuidado que las autoridades del instituto tendrán. De Luna Negra, son tres chicas aparte de mí, y arribarán después de la cena. Este es el segundo año para ellas y si llegamos juntas fácilmente se sabrá que pertenecemos a la misma manada.

Me entretengo viendo cada rostro e imaginando qué historia debe haber detrás de cada una de ellas. Antes de que las primeras chicas se marchen, el altavoz avisa que nuestros uniformes y nuestros horarios de clases con nuestros respectivos libros han sido colocados en nuestras habitaciones y debemos estar en el auditorio puntualmente a las nueve de la mañana para la inauguración del nuevo periodo académico.

Camino sin distraerme a mi habitación, aun puedo pasar desaperciba en medio de las chicas, que buscan llegar a sus dormitorios. Tengo curiosidad por conocer las materias que me han sido designadas.

Escruto el sobre que han dejado sobre mi escritorio y sólo encuentro una nota que detalla que, debido al extenso programa diseñado por mi manada para mí, deberé presentarme un periodo de una semana en la mayoría de las clases que se componen el programa de Lunas de tres años, sólo para lograr un manejo adecuado en el trato con las otras potenciales lunas y que me permitirá desarrollar mis habilidades de líder. El primer mes repasaré resolución de conflictos, microfinanzas, psicología y anatomía. Se me indica además que mis uniformes han sido colgados en mi vestidor y debo respetar las indicaciones de uso para cada día de la semana que ha sido colocado en la puerta del vestidor. En mi vestidor encuentro cinco uniformes de camisa blanca y falda a cuadros más dos sudaderas de tono gris y ropa deportiva, algunos pantalones cortos y camisetas blancas, todos con el logo del instituto.

Cansada del largo viaje y lo abrumada que mi cabeza se encuentra, me pongo mi pijama y voy directo a la cama a dormir, esperando que esta noche pueda ver la cara del lobo que se esconde mantiene oculto en mis sueños.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022