Busco un asiento que me permita ver el escenario sin tener muchas cabezas estorbando. Ya se encuentran algunas chicas en el lugar, seguramente no desayunaron por temor a llegar tarde. Rápidamente el lugar se llena con chicas que parece que ya se conocen de la amistad que existe entre algunas manadas. En ese momento, sube al estrado una loba de mediana edad, que reconozco como la señorita Parker, la asistente de mi abuela. Pide que la sala haga silencio. En breve aparece mi abuela, y en su acostumbrada elegancia y autoridad inicia el discurso de bienvenida.
"Bienvenidas señoritas al instituto de señoritas lobas, o mejor conocido como la escuela de Lunas. Para las que no me conocen soy Alice Blackwood, antigua Luna de la manada Luna Negra, y directora de esta apreciable institución. Este año nos complace anunciar que hemos recibido a cien estudiantes para formar parte de nuestro programa de formación, veinte más que el año anterior" Todas las chicas aplauden ante la noticia. La abuela continúa diciendo: "Aunque se conoce como una escuela para lunas, sé de buena mano la importancia de contar con un equipo bien formado que ayude a las lunas en sus labores de cuidar y hacer crecer a la manada, y que brinde al alfa la seguridad que ante cualquier acontecimiento su pareja tendrá el conocimiento perfecto para acompañarlo en esa titánica labor. Nuestro programa no corresponde a las cotidianas clases que recibimos en una escuela normal. Su formación se desarrolla en diferentes áreas que se brindarán y evaluarán periódicamente, permitiendo ver el desarrollo de sus destrezas conforme las semanas avancen."
Mi corazón comienza a latir más rápido. Conozco a mi abuela y sé que cuando su aura cambia, dirá algo con su voz de Luna. Así que, tomando una expresión más seria añade: "Como no escatimamos en poner todos los recursos en su adecuada formación para el bienestar de nuestra especie, debo dejar claro que no escatimaremos en castigar cualquier falta que se cometa y rompa las reglas establecidas, las cuales son básicas respecto al uso de los uniformes de acuerdo a sus horarios; el buen trato entre las estudiantes, sin importar el rango que cada una posea en sus manadas y la capacidad económica de sus manadas, sólo se presentarán por sus nombres de pila, recuerden, tenemos sus datos registrados, y si se refieren a alguna chica por su apellido o manada, serán castigadas; móviles solo se permiten en sus dormitorios, por un espacio de dos horas diarias; y, sobre todo, fuera de las reuniones de predestinados, se prohíbe el contacto directo con sus parejas sin la correcta aprobación y supervisión de sus familias o algún miembro de esta institución. Eso es todo chicas pueden retirarse a sus salones de clase. Tengan un provechoso día."
Antes de ponerme de pie, recibo un enlace mental de mi Abuela: "Isabel, por favor reúnete conmigo en mi oficina, antes que vayas a clases." Mentalmente asiento y camino a paso moderado a donde sé que es su oficina. Cuando era pequeña, mamá me traía a este lugar, ya que era constantemente invitada a dictar pequeñas charlas para animar a las estudiantes, y me gustaba correr por los pasillos, mientras mis niñeras trataban de mantenerme calmada, es por eso por lo que no me sentí angustiada al no haber prestado atención a la señorita Ross.
Al llegar a la oficina de la abuela, su aroma me saluda antes de ver su hermoso rostro con la más dulce de sus sonrisas. Junto a ella, la señorita Parker, también me regala una hermosa sonrisa y una pequeña reverencia con su cabeza y sale de la habitación. Al cerrarse la puerta, la abuela no tarda en proclamar: "Bien Isabel, sin rodeos, dime cómo te has sentido hasta ahora. Si hay algo que te incomode, no dudes en decirlo, o ya sea a la señorita Ross o a Parker, si no estoy disponible. Ambas están al tanto de quién eres y que el instituto estará un poco agitado durante tu permanencia. "Solo logro sonreír y responder: "Abuela, cálmate, en menos de doce horas, no he tenido ningún incidente que afrontar. Todo transcurre como creo debe ser lo normal."
La abuela me mira y añade: "Espero que esto sea así durante todo este año. Por lo pronto debo señalar que debido a las disposiciones de seguridad que tu padre y tu madre solicitaron para que tú asistieras al instituto, no participarás en clases de defensa personal y sólo podrás salir a correr en tu forma de loba cuando se te indique." Al escuchar esas palabras, mi boca se abre del asombro, y replico con desagrado: "...pero abuela, sabes que no puedo vivir sin correr o entrenar. En casa es lo que más disfruto hacer." La abuela responde ante mi triste reacción: "recuerda que todo el mundo puede intimidarse al encontrarse con Snow y el aura que poseen. Son medidas de seguridad y no quiero que se creen problemas o malos entendidos con algunas chicas."
Ese es un duro golpe para mi estado de ánimo. Pero recuperándome lo más rápido que puedo, lanzó mi contraataque: "¿Esas restricciones incluyen que deberé mantenerme alejada de Maya, Sammy y Evelyn? " Ellas son las chicas de mi manada que están en el instituto. Pese a que ingresaron desde el año pasado, su programa es de dos años.