Capítulo 5 El Mapa Respira

La Gruta del Olvido se ocultaba tras una cascada de agua salada, accesible solo durante la bajamar.

El rugido del agua parecía silenciar el mundo exterior. Como si la gruta recordara secretos que el mar prefería enterrar.

Ezra, Cassian y Lyra avanzaban en silencio, dejando atrás al resto de la tripulación. Solo ellos podían entrar. Solo ellos estaban ligados a lo que iba a despertar.

---

El interior era húmedo, resbaladizo, oscuro como un recuerdo reprimido.

Lyra desenrolló el mapa sobre una roca plana.

Y en cuanto lo hizo...

una luz verde azulada se encendió como un suspiro contenido durante siglos.

Las líneas del mapa comenzaron a moverse. No como tinta...

sino como venas.

-Esto no es tinta -murmuró Cassian, con el ceño fruncido-. Es sangre viva.

La cueva vibró. Las runas en las paredes, olvidadas por siglos, comenzaron a arder.

Y una voz -o muchas voces al mismo tiempo- susurró desde las piedras:

> "Sangre marcada. Puerta abierta. La Calavera espera..."

---

El suelo tembló.

Una parte del muro colapsó y reveló un espejo de agua oscura, tan quieto que no reflejaba nada.

Solo vacío.

Ezra se acercó y tocó la superficie.

La oscuridad lo rechazó con violencia. Su cuerpo salió volando y golpeó contra una pared de piedra.

-¡Ezra! -gritó Lyra, arrodillándose a su lado.

La marca en su brazo -la espiral maldita- brillaba como si algo la llamara desde el fondo de ese estanque inmóvil.

Cassian apretó los dientes.

-Él está atado al mapa... -dijo-. Marcado. Envenenado por su destino.

-No -susurró Lyra, sin apartar la mirada del agua-. Está guiado.

Cassian la miró.

-¿Y tú? ¿A quién sigues tú, Lyra?

Pero ella no respondió.

Solo se levantó...

y tocó el agua.

---

El espejo se abrió como una boca hambrienta.

Del fondo emergió un esqueleto cubierto de algas, con un medallón de jade colgando del cuello. Tenía la forma de una calavera. Y cuando llegó a tierra firme, habló con la voz de los que ya no tienen tiempo:

> "Encontrad los cuatro fragmentos...

antes de que él los reclame..."

"O el mar se tragará todo lo que amáis."

Entonces el cadáver se desmoronó en polvo.

El mapa vibró. Una nueva sección, brillante y viva, se reveló ante sus ojos: una isla en forma de calavera, rodeada por corrientes sin nombre.

La Isla Calavera.

---

Ezra, aún temblando, se incorporó con dificultad.

-¿Lo sentiste? -preguntó Lyra.

-Como si el mar me hablara desde adentro -dijo él.

-¿Y qué te dijo?

Ezra miró a Cassian. Luego a Lyra.

Y con voz baja, casi temblorosa:

-Que al final... solo uno de nosotros saldrá con vida.

---

Detrás de ellos, la cueva comenzó a cerrarse, como si lo que allí había nacido ya no quisiera ser recordado.

El mapa ardía con fuerza entre sus manos.

Y afuera, las mareas comenzaban a cambiar.

Porque el Corazón del Leviatán había despertado.

Y el Nómada...

escuchaba.

                         

COPYRIGHT(©) 2022