El contrato de Cristal
img img El contrato de Cristal img Capítulo 2 Las Cláusulas del Engaño
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Capítulo 6 La Partida de Emergencia img
Capítulo 7 La Oferta Pública y el Escudo de Lujuria img
Capítulo 8 La Votación Final y el Desenlace del Legado img
Capítulo 9 La Reina en el Trono y la Regla Seis Rota img
Capítulo 10 Socios de Estrategia, Extraños de Sentimiento img
Capítulo 11 La Crisis del Contagio y la Proximidad Forzada img
Capítulo 12 El Colapso de la Fortaleza y el Peso del Control Dual img
Capítulo 13 La Convivencia y el Fantasma de Julian img
Capítulo 14 Ensayo de la Pasión Verdadera img
Capítulo 15 El Juicio del Corazón y la Sentencia Final img
Capítulo 16 El Vértigo del Silencio y la Cumbre de Hielo img
Capítulo 17 La Trampa de Nieve y el Jaque Mate Logístico img
Capítulo 18 La Rendición del Invierno y el Arte de la Calma img
Capítulo 19 La Arqueología del Dolor img
Capítulo 20 El Libro Mayor y la Semilla Robada img
Capítulo 21 El Diamante Azul y el Fantasma en el Escenario img
Capítulo 22 La Guerra de los Fantasmas y la Posesión Absoluta img
Capítulo 23 El Peso del Platino y el Espejo del Pasado img
Capítulo 24 El Eco de una Habitación Vacía y la Melodía de la Fuga img
Capítulo 25 El Baile de los Vencedores y el Último Acorde img
Capítulo 26 La Serpiente en el Jardín y el Archivo Fantasma img
Capítulo 27 La Máscara de Oro y el Veneno de la Lujuria img
Capítulo 28 La Ejecución Silenciosa y el Origen de la Vida img
Capítulo 29 Dos Líneas Rosas y el Pacto de Silencio img
Capítulo 30 El Secreto Bajo el Vestido y la Sombra de Eleanor img
Capítulo 31 El Jardín de las Tumbas y la Libertad de Liam img
Capítulo 32 La Ecuación del Secreto y la Fecha Límite Nupcial img
Capítulo 33 La Última Batalla de Nueva York y el Escape a Skye img
Capítulo 34 El Juramento de Eilean Donan y el Contrato Definitivo img
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Capítulo 2 Las Cláusulas del Engaño

Liam no se movió inmediatamente. Su aceptación había sido un asentimiento sutil, una ligera inclinación de cabeza que, sin embargo, había sellado el destino de dos corporaciones y el inicio de un juego peligroso. Continuaba mirando a Elara, la tensión silenciosa en la sala se había transformado de profesional a algo más primario y eléctrico.

-La seriedad de mi condición, Elara -dijo Liam, su voz resonando con autoridad-, significa que no podemos dejar margen a la improvisación. Si vamos a fingir esto, debemos tener reglas claras. Reglas que solo usted y yo conoceremos.

-Lo entiendo -confirmó Elara, manteniendo su postura firme a pesar de la inquietud que la Regla Cinco le había provocado. Su control emocional era el único escudo que le quedaba, y no permitiría que él lo rompiera-. La primera regla es obvia: Absoluta confidencialidad sobre los detalles de esta alianza, tanto la empresarial como la romántica. Si el público o su hermano, Julian, se enteran de que esto es un acuerdo, todo se derrumba. Es la diferencia entre un romance apasionado y la traición corporativa.

Liam deslizó un dedo sobre el borde del dossier de NovaGen.

-Acepto la Regla Uno. Y añado la Regla Dos: Presencia ineludible. A partir de hoy, usted es mi pareja para todos los eventos sociales, de caridad y de negocios relevantes. No hay excepciones, ni días libres, ni excusas. La ausencia genera rumores de fisura en la relación, y la fisura es debilidad. Necesitamos proyectar una imagen de obsesión mutua, no de conveniencia.

-Excelente. Y yo añado la Regla Tres: Acceso total a la información. Si descubro que está reteniéndome información sobre la debilidad financiera de Vance Pharma, o si su lealtad oscila remotamente hacia mi hermano, el contrato se termina. Y no me contendré en la adquisición. Seré implacable.

Liam asintió, su mirada fija, sin parpadear.

-Justo. Regla Cuatro, crucial para el lado de Zenith Capital: Crédito compartido. Si NovaGen adquiere Vance Pharma, el mérito público debe ser compartido. Necesito demostrar a mis inversores que este riesgo estratégico valió la pena. No seré un actor secundario en su venganza; seré su socio en la destrucción.

Elara permitió que una sonrisa afilada cruzara sus labios. Él no era solo un obstáculo; era un depredador. Y a ella le gustaban los depredadores que jugaban limpio.

-Trato. Ahora, la Regla Cinco. La que usted mencionó antes, Liam... la que tiene que ver con la credibilidad total.

Liam se levantó, moviéndose alrededor de la mesa con una lentitud deliberada. Se detuvo a un metro de Elara, su presencia imponente llenando el espacio.

-Los rumores no bastan, Elara. Las manos cogidas en público no bastan. Para que el mundo crea en un romance tan repentino y tórrido entre dos figuras tan poderosas y reservadas, debe haber una historia de intensidad incontrolable.

Su voz se suavizó, pero la amenaza en ella era clara.

-Habrá momentos en los que tendremos que actuar como una pareja enamorada, o al menos, apasionada, en privado. Si pasamos la noche juntos en eventos o viajes de negocios, dormiremos en la misma suite, incluso en el mismo espacio. Si nos vemos obligados a improvisar una demostración física de afecto, ya sea un beso prolongado para acallar a un reportero o... algo más profundo detrás de puertas cerradas para evitar sospechas, no lo discutiremos ni lo negociaremos.

Elara sintió un escalofrío de alarma recorrer su columna vertebral. Esto ya no se trataba de negocios.

-¿Está usted estableciendo una obligación de intimidad? -Su voz sonó más áspera de lo que pretendía. El fantasma de su pasado, cuando la pasión la había traicionado, la golpeó de nuevo.

-Estoy proponiendo la Regla Cinco: La Immersión Total. La traición de su hermano se basó en la sospecha de su debilidad emocional, ¿no es así? Bien. Demostraremos que su único punto débil es la pasión que siente por mí. Y para hacerlo convincente, no podemos tener límites, ni zonas seguras. Si la situación lo exige, la intimidad será una herramienta más en nuestro arsenal. No como un acto de placer, sino como un acto de guerra contra Julian.

Liam dio un paso más cerca. Elara no se retiró, pero tuvo que levantar la barbilla para mantener el contacto visual.

-Si dudamos, si hay una barrera, la actuación falla. Y si la actuación falla, Julian sabrá que estamos trabajando juntos. ¿Está dispuesta a arriesgar su venganza por miedo a romper sus propias reglas de autocontrol?

La pregunta era un desafío directo a su orgullo, a su capacidad para ser la CEO implacable que se había prometido ser. Él había identificado su única debilidad, el muro que había construido durante diez años, y lo estaba obligando a derribarlo.

-De acuerdo, Liam. Regla Cinco: Inmersión Total -aceptó, sintiendo cómo el aire la abandonaba-. Pero, y esta es mi Regla Seis, la más importante para mí: No hay sentimientos. Cada acto, cada contacto, es una herramienta. Una vez que el objetivo se cumpla, la herramienta se desecha. No hay implicación emocional, no hay expectativas de futuro, no hay romanticismo real. El día que mi hermano caiga, el Contrato de Cristal se rompe, y nosotros volvemos a ser extraños.

Liam le sostuvo la mirada por un largo momento, escrutando la frialdad detrás de sus ojos.

-Entendido. Solo herramientas. Solo negocios.

Se levantaron al mismo tiempo. Liam se acercó a su maletín de cuero y, cuando iba a recoger el dossier de la adquisición, Elara lo retuvo con un movimiento sutil, poniendo sus manos sobre el archivo y obligando a sus dedos a rozarse brevemente. La breve conexión envió una chispa de electricidad que hizo que ambos se tensaran visiblemente. Él la miró interrogante.

-Nuestro primer evento es esta noche, Liam -dijo Elara, su voz baja y cargada-. La gala benéfica de la Fundación Prescott. Mi hermano y su esposa estarán allí. Es el escenario perfecto para nuestro debut.

-Qué conveniente -respondió Liam, tomando finalmente el dossier y guardándolo-. Yo también iba a asistir. Ahora, iré con un incentivo mucho más interesante.

-Ya no va a asistir solo. Quiero que mi hermano los vea. Quiero que vea la noticia mañana por la mañana. Quiero que se pregunte inmediatamente qué demonios está haciendo su hombre más leal con la mujer que más odia en el mundo.

Liam se puso de pie, su sombra cayendo sobre ella. Se inclinó un poco, acercando su rostro al de ella, una sonrisa de depredador asomando.

-Haré que se lo pregunte, Elara. Pero tendrá que actuar como si estuviera locamente enamorada de mí. Tendrá que mirarme como si yo fuera la razón por la que ha vuelto a respirar.

Elara mantuvo su barbilla alta, negándose a mostrar la intimidación que sentía.

-Usted solo ocúpese de no enamorarse de mí, Liam. Yo no voy a cometer ese error dos veces.

Escena de Transición: La Preparación

Elara regresó a su oficina, la tensión de la negociación tardando en disiparse. "La Immersión Total". La cláusula era una bomba de tiempo. El recuerdo del amor juvenil que su familia había usado para destruirla era un dolor punzante. Juró que nunca más un sentimiento nublaría su juicio o la haría vulnerable.

Horas más tarde, en su penthouse minimalista, mientras el sol se ponía sobre la ciudad, Elara se puso un vestido de noche color esmeralda, un diseño que mezclaba la fluidez con la estructura, puro poder. Mientras su estilista y maquilladora aplicaban los últimos toques, Elara tomó su teléfono.

Mensaje de Liam Hayes (19:45):

Llego en quince minutos. Vístase para la guerra, Elara. Y prepárese para ser el tema de conversación. Recuerde la Regla Cinco; la actuación comienza en cuanto salga del ascensor.

Elara soltó una exhalación contenida y se puso unos aretes de diamante frío. La venganza era su único objetivo. Pero ahora, venía con un riesgo que era más personal y potencialmente más destructivo que cualquier pérdida financiera.

            
            

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