Respiré profundo mientras Dinrya cubría mis manos con unos guantes por completo grisáceos con un bordado blanco elegante en el borde que quedaba justo en mis codos.
Como no iba a pasar mucho tiempo en el exterior llevaba un vestido grisáceo que tenía pequeños destellos en toda la tela. Dejaba mis hombros y brazos desnudos así que lucía un collar d