Teach me to forget
img img Teach me to forget img Capítulo 7 Siete
7
Capítulo 11 Once img
Capítulo 12 Doce img
Capítulo 13 Trece img
Capítulo 14 Catorce img
Capítulo 15 Quince img
Capítulo 16 Dieciséis img
Capítulo 17 Diecisiete img
Capítulo 18 Dieciocho img
Capítulo 19 Diecinueve img
Capítulo 20 Veinte img
Capítulo 21 Veintiuno img
Capítulo 22 Veintidos img
Capítulo 23 Veintitres img
Capítulo 24 Veinticuatro img
Capítulo 25 Veinticinco img
Capítulo 26 Veintiseis img
img
  /  1
img

Capítulo 7 Siete

-No me gusta esa película- Refunfuño, formando un pequeño puchero en mis labios cual niña pequeña.

-No te gusta nada a ti- Responde, fingiendo cansancio- Nomás te gustan mis besos, es lo único que te gusta.

Finjo sorpresa abriendo mi boca y formando una "o", ganándome una risita de su parte.

-No solo me gusta eso- Contesto, separándome de sus brazos y sentándome bien sobre el sillón-También me gustan otras cosas para tu información.

-¿Ah si? - Sigue el cuento, con el mismo tono burlón, yo asiento en respuesta. Deja la tableta sobre la mesa de centro y se gira hacia mí- ¿Qué más te gusta? ¿Te gusta que te abrace?- Asiento, mientras él se acerca más a mi-¿Te gusta que te diga cosas lindas?

Repito mi acción y siento como me empuja hacia atrás haciéndome caer poco a poco sobre el sillón, recostándome sobre éste. Siento como se tira sobre mi y se acerca poco a poco a mi vientre desnudo asomando su rostro

-¿Te gusta que te dé muchos besitos?- No contesto, solo por estar atenta a lo que hará.

Acerca sus manos también y las coloca sobre mi cintura, provocándome escalofríos. De pronto mueve sus dedos rápidamente picando mi piel y provocando que me retuerza en mi lugar y suelte carcajadas ante sus cosquillas repentinas, al mismo tiempo que coloca sus labios sobre mi vientre y suelta el aire, haciendo que suene gracioso y me provoque más cosquillas.

-¿Esto también te gusta? - Pregunta, burlón, pero apenas y puedo escucharlo sobre mi risa que no cesa.

-Ya, por favor- Le suplico, tratando de alejarlo pero me es imposible. Siento y escucho como también ríe sobre mi piel hasta que finalmente se detiene y sube hasta mi rostro.

Veo su gran sonrisa extendida de par en par y sus ojos que parecen apenas dos líneas dibujadas en su rostro. Lo acerco a mi abrazándole por la nuca y deposito un beso en sus labios carnosos, él me lo devuelve y yo le regreso una sonrisa, Harry se aproxima y lo hace de nuevo repetidas veces hasta que se extiende por todo mi rostro, repartiendo pequeños besos cálidos, provocando que las risas de ambas partes vuelvan a ahuyentar al silencio.

***

-Por qué la sonrisa?- Pregunta de repente, haciendo que suelte un pequeño brinco del susto y cambie la sonrisa por tan solo una línea recta.

¿En verdad estaba sonriendo al recordar eso? Creí que lo había olvidado todo en más de un año que estuvimos lejos.

- Por nada- Respondo, tajante, ganándome un simple sentimiento de cabeza de su parte.

- En este departamento viví después de mudarme de aquella casa y como en el que vivo hoy ya estaba amueblado dejé todo aquí, espero que no te moleste, puedes usar lo que quieras sin problemas- Aclara, pero yo no contesto al estar abrumada por los recuerdos.

Hay tantas historias que viví y que estos muebles fueron testigos, que se me hace un nudo en el estómago solo de pensarlo.

¿En serio viviré aquí? Rodeada de recuerdos, rodeada de momentos felices y tristes. ¿Vale la pena arriesgarme a convivir de nuevo con las memorias que prometí destruir? ¿Vale la pena arriesgarme a repetir el mismo patrón una y otra vez?

- ¿Qué tanto piensas? ¿No te gusta?- Pregunta, de nuevo sacándome de mis pensamientos profundos.

- Si, si...- Suelto el aire retenido en mis pulmones- Si me gusta- Me giro hacia él y le muestro una sonrisa fingida.

- Este departamento si podrás pagarlo con un sueldo decente- Afirmo brevemente- Solo falta que te decidas. Si quieres podemos ver más, recuerda que tengo un inmobiliario, pero este es uno de los más económicos que tengo a mi nombre.

- No lo sé, si me gusta pero...- Dudo por unos segundos en intento seguir, pero decido callarme al no poder hacerlo.

- ¿Pero que?- Pregunta, curioso, pero no recibe respuesta alguna de mi parte. Suelta un resuello y continúa-. No sé por qué ya no quieras regresar a tu casa y estés queriendo tomar estás decisiones tan drásticas, pero si es algo que tiene solución ve y arréglalo. Puedes quedarte aquí está noche si quieres y mañana te llevo a dónde sea para que puedas resolver tus problemas, para que no estés pasando incomodidades o batalles por algo que quizá tenga solución.

- No sabes nada- Le respondo en un musito-. No tiene solución, no quiero volver.

- ¿Segura?- Inquiere, receloso- Porque como te dije, puedes quedarte aquí está noche para pensarlo, sin compromiso alguno y ya mañana me confirmas cualquier cosa que decidas.

- No, no es necesario- Respondo tajante. Me tomo unos segundos para respirar un par de veces antes de continuar-. Me quedaré aquí y mañana iré a conseguir un empleo- Respondo, segura de mi misma y de mis palabras, aunque por dentro no lo esté del todo.

- ¿Segura?- Afirmo con un sentimiento breve y noto como él forma una mueca que no logro comprender en su rostro-. Bueno, entonces sígueme- Me pide, comenzando a caminar y a adentrarse más allá de la casa llegando al pasillo del fondo.

Le sigo de cerca pero sin dejar de observar el departamento y sus dimensiones. Llegamos finalmente a una puerta de color marfil y él la abre, invitándome con un ademan a pasar dentro de la habitación. Acepto su invitación algo dudosa y me alejo un tanto de él, por simple inercia, no fue un acto consiente.

- Esta es la habitación principal, aquí puedes dormir, y por aquí está el baño- señala hacia la puerta de un costado al buró de la cama-, ahí dentro hay toallas limpias por si quieres bañarte o simplemente secarte de la lluvia, no lo sé- Me indica, y noto como comienza a hablar un poco más rápido conforme lo dice.

- Ehm... También por aquí en el clóset deje ropa mía, no sé si quieras dormir así o...- Hace una pequeña pausa y me mira, yo le devuelvo una mirada confusa y el desvía la suya hacia otra parte-, o si quieres usarla ahí está no hay problema, puedes tomar lo que quieras, o si prefieres dormir así sin... pues así...

- Si, entiendo- Le interrumpo, forzando una sonrisa incómoda, la cual me regresa pero ésta parece más bien tan solo una mueca.

Se me hace extraño de sobremanera verlo actuar de ésta forma, él, que yo recuerde, nunca se ponía nervioso por nada. Es verdaderamente muy extraño todo lo que está pasando. Bastante extraño.

- Bueno, entonces si ya quedó claro...- Alarga, haciendo una seña hacia la puerta de salida, indicando que nos vayamos. Yo asiento con la cabeza en respuesta y le sigo, después de echar un último vistazo a la habitación, la cual luce exactamente igual a la que solía tener antes.

Llegamos a la sala de estar por nueva cuenta y él se gira hacia mí, posando sus manos sobre sus caderas y frunciendo sus labios, introduciéndolos dentro de su boca por unos segundos, notándosele bastante incómodo.

- Creo que lo más importante para mostrarte era la habitación, lo demás ya es un poco más intuitivo y fácil de ver- Menciona, ya un poco más tranquilo.

- Si, no te preocupes, yo me oriento fácil.

Nos mostramos mutuamente una sonrisa fingida e incómoda antes de que él prosiga.

- Entonces, está bien si te dejo sola aquí, ¿No?

- Claro- Afirmo, como si no fuera algo obvio.

- Bueno entonces, ya me iré a mi departamento, cualquier cosa, cualquier duda que tengas o lo que sea que necesites me avisas, mi número está registrado en el teléfono que está ahí en la barra de la cocina- Comienza a hablar rápido de nuevo, provocando que una sonrisa burlona comience a aparecer en mis labios-, ahí solo lo buscas y me llamas, estaré al pendiente.

- Si, está bien, no te preocupes tanto, estaré bien- trato de tranquilizarlo, aguantando la extensión de mi sonrisa, pero solo recibo un "ok" como respuesta pero sin emitir sonido, acompañándolo de un asentimiento con la cabeza.

- Bueno entonces me voy que ya es bastante tarde- Se despide por nueva cuenta y da unos pasos hacia atrás hacia la puerta de salida. Hace un gesto de despedida con su mano y se gira hacia la puerta para salir.

- Oye- Le llamo y el responde casi al instante, girándose para mirarme de nuevo. Me confunde su actitud pero trato de no prestarle mucha atención-. Gracias.

- No hay de que agradecer- Me dice, extendiéndome una sonrisa que parece sincera.

- Si la hay, muchas gracias por todo- Reafirmo, logrando que su sonrisa ahora sí se vea totalmente genuina-. Te debo una.

- Me debes el alquiler- Bromea, ganándose mi risa.

- Si, lo sé- Le sigo y ahora es su turno de reír quedito-. Buenas noches Harry.

- Buenas noches Marylise.

Se despide, para finalmente salir del departamento y dejar que el silencio reine el lugar.

Finalmente me encuentro sola, total y completamente sola, dentro de un departamento de la última persona que esperé recibir ayuda jamás, esa persona que terminó siendo más un desconocido que lo que yo pensaba, pero que me tendió una mano y se preocupó por mi bienestar sin siquiera dudarlo un segundo.

¿Realmente su actitud y su forma de tratarme hoy fueron sinceras? ¿Debería confiar en él?

No lo sé, estoy tan confundida, no le encuentro sentido alguno a esto. No sé por qué me ayuda, no sé por qué su preocupación parecía sincera. Sé que es un buen actor, me creí todo su teatro, caí como una estúpida en sus mentiras hace tiempo y le creí absolutamente todo lo que me decía. Pero ahora no soy tan ingenua, creí que lo conocía y podría diferenciar cuando es sincero y cuando no, pero hoy me di cuenta que no es así.

No puedo confiar en él, no debo confiar en él. No es seguro. Debo mantenerme alerta ante cualquier movimiento, ante cualquier cambio, debo estar vigilándolo de cerca para evitar que me atrape de nuevo y caer en sus juegos una vez más.

Me dispongo a recorrer el departamento una vez más para orientarme mejor y termino en la cocina, donde Harry dejó las cosas que compró para mí en la tienda de autoservicio.

Agarro la caja de cereal y la abro, tomando un pequeño puño de producto en mi mano echa puño, comiendo poco a poco y degustando su sabor dulce y acanelado mientras los recuerdos atormentan mi mente y me hacen llorar una vez más. Lloro recordando el pasado y los momentos felices, lloro recordando a mi papá, a mi mamá, mi hermano; lloro por mi familia que parecía perfecta ante mis ojos, lloro por todos esos cambios y sacudidas tan bruscas que ha tenido mi vida en los últimos meses, mientras sigo comiendo del cereal que mi madre solía prohibirme cuando tenía un hogar.

            
            

COPYRIGHT(©) 2022