Capítulo 4 El chantaje parte 2

-doctor, soy una mujer muy joven y hermosa, no quiero tener que pasar por la tortura de estar embarazada... Así que le propongo un trato, usted me dice un monto por hacerme un resultado dónde diga que mis óvulos no sirven y yo le doy el monto que desee ¿Trato?

El doctor se levanta con rapidez.

-usted me va a disculpar, señora Regina... Pero no soy de esos que se puede chantajear con lo que sea, soy un profesional y-Regina interrumpe su discurso colocando su dedo índice en sus labios.

- no me vengas con tus palabrerios de hombre con buena moral, solo diga un monto, evitemos este momento tan incómodo para ambos. ¿Cuánto quieres?

Alfred comenzó a pensar, una suma de dinero extra no hace daño.

-cien mil dólares.

Regina no se sorprendió por la suma, se supone que ella ha gastado esa mínima cantidad en solo ropa, Diego tiene muchísimo más en su cuenta.

Ella estrecha su mano para cerrar el trato, y él hace lo mismo.

-el lunes los tendrás en tu cuenta, solo tienes que anotarme aquí tus datos y será todo.

El doctor anota rápidamente en un papel los datos de su cuenta para transferencia, luego le quita el seguro a la puerta y justo en ese momento llega Diego, el frasco lo había dejado en la sala de análisis y solo faltaba Regina, pero a ella le tocaba en otra sala, esperaron un rato en el consultorio a qué el doctor le terminara el proceso a Regina, lo que no sabía Diego es que en dicha sala Regina y el doctor cerraron el trato con un poco de sexo alocado en lugar de extraer una muestra de su fertilidad.

Una vez terminaron su sexo casual y adrenalina, se vistieron y Continuaron fingiendo delante de Diego, el cual solo esperaba con paciencia.

-Señor Hassiel, su esposa y usted tendrán los resultados el lunes a primera hora, aunque normalmente para tomar alguna clase de tratamiento asistido para conseguir un embarazo suelen ser pasado el año de intentos fallidos. Sin embargo solo debemos esperar a ver si alguno arroja un error. Les haré llegar los resultados por su correo y cualquier duda mi número de teléfono estará adjuntado en el mismo.

Diego le estrecha la mano al doctor y ambos salen, Regina le giño un ojo al doctor de forma pícara.

-¿Cómo te sientes amor?

-estoy algo cansada, no pensé que fuera muy agotador esa muestra...-dice de manera descarada Regina

-oye, muchas gracias por hacer esto conmigo.

-amor- le sujeta la mano- estamos juntos en todo.

Diego le da un beso y luego se montan en el auto y se marchan.

Regina se había salido con la suya nuevamente, estaba acostumbrada a que sea así, si no era con chantaje era con seducción, su figura es capaz de atrapar a muchos hombres, el doctor solo es una muestra de lo que es capaz de lograr con su físico. Mientras que Diego solo estaba un poco nervioso por la espera de los resultados, Regina estaba tan satisfecha y calmada, solo debía tomar de la cuenta de Diego el dinero y pasarlo a la cuenta del doctor Alfred para que el lunes ella pueda ser liberada totalmente de esa presión de ser "mamá".

Diego dejó a Regina en la mansión mientras que él se fue a trabajar como de costumbre, Regina a penas entro a la habitación llamó a flor de manera inmediata.

-¡Flor!

-¿Qué tal salió todo?

-de maravilla... Claro, tuve que acostarme con ese imbécil para poder convencerlo.

-ay amiga... ¿El doctor estaba horrible?

-nooo, eso fue lo mejor, está muy sexy, pero esa no es la parte importante, para el lunes le llega la triste noticia a Diego.

Flor se ríe a carcajadas y Regina igual.

-amiga eres muy inteligente...-dice Flor-¿ Pero por qué no te divorcias y le quitas la mitad de todo lo que tenga? Eso es más fácil que vivir infeliz junto a alguien que no amas...

-¿Qué mierda te pasa Flor? Primero, Diego es solo mío al igual que su fortuna, yo no quiero la mitad, lo quiero todo.

-wow, una chica ambiciosa.

-sabes que lo soy, ahorita voy a relajarme en mi jacuzzi mientras que espero como la vida de acomoda sola...

Flor decide no darle más importancia y cuelgan. Regina pasa el resto del día haciendo lo suyo, es decir, nada.

El lunes el doctor Alfred ya había mandado los E-mails a Diego con los resultados. Este se encontraba en la oficina de su mansión, chequeando el respectivo e-mail desde su ordenador; su rostro cambio de inmediato, sus ojos se tornaron brillosos por las lágrimas que se aproximaban: "su esperma está en óptimas condiciones, capaz de embarazar al instante, sin embargo los óvulos de su esposa son infértiles, no hay posibilidad de que el embarazo sea posible por medios naturales".

«esto destrozará a Regina» pensó Diego mientras se levantaba del escritorio para darle la triste noticia a Regina. Esta salía del baño desnuda cuando Diego la intercepta.

-¡Cariño! Me asustaste- exclama saltando en su lugar por el susto.

-cielo...- con su rostro palidecido.

-¿Qué sucede?- le acaricia la mejilla a Diego.

-llegaron los resultados.

Regina soltó un suspiro satisfactorio, por su semblante desanimado podía suponer que su plan habia salido excelente, ella por fin se habría librado de eso.

-¿Qué? ¡Habla!- exclama fingiendo nervios y desesperación.

-son tus óvulos... Cielo, no eres fértil- Diego la abraza con mucha ternura, pensando que quizás Regina lloraría después de esa noticia. Sin embargo Regina se mantuvo en silencio, celebrando la victoria desde su interior.

«¡SIIII! Definitivamente ese tal Alfred hizo bien su trabajo» pensó Regina.

-amor... Tranquilo,- lo mira con preocupación- lo resolveremos.

-lo llamaré ahora para ver qué otras opciones pueden solucionar esto, te lo prometo, seremos una familia...-sujeta ambas manos de Regina y les da un beso- ¿Estás segura que estás bien?

Regina deja salir un "si" desanimado.

-no te preocupes, bebé, estoy bien.

Diego se marchó nuevamente hasta su oficina. Dejando a Regina en la habitación con un rostro completamente fingido de tristeza.

            
            

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