Capítulo 6 Un bebé para Diego Hassiel.

Max queda en silencio presionando los labios para no decir alguna cosa que lo haga sentir peor, de por sí, su odio a Regina no es novedad, la noticia no le cayó mal según Max, "es más bien suerte que no pueda engendrar hijos con esa mujer diabólica".

-¿No dirás nada?- vuelve a preguntar Diego al notar a su amigo con silencio incómodo.

-bueno, no sé que decir, ¿Tienes alguna otra opción?

-si, el doctor dice que "vientre en alquiler " puede ser la solución.

-¿Regina lo acepto?

-si...

-vaya- queda en silencio un segundo-, no me esperaba eso de su parte.

-Max necesito tu ayuda como publicista que eres, conoces a personas en ese medio, quiero un artículo sobre mi búsqueda de una mujer muy parecida a Regina.

-¿Quieres una serie de casting para encontrar a una mujer que se le parezca a Regina?- pregunta Max desconcertado.

-¿Suena mal?

-no, es decir, un poco... Pero supongo que así es la manera más sencilla para hacer que tengas a un bebé pronto.

Para Diego no es solamente un casting, es la esperanza de que una chica con rasgos de Regina pueda cumplirle el sueño de convertirse en padre

-¿Qué hay de Regina, por qué no está aquí contigo planificando todo?- pregunta Max extrañado.

-ella estará conmigo en la selección de la chica, de esto me encargaré yo...

Max asiente y le estrecha la mano mientras le dice que pronto lo llamará para notificarle que el artículo estará publicado.

Diego lo abraza y le agradece, dejándolo continuar con su trabajo en el restaurante 'GoodTaste'.

Max está haciendo un buen trabajo, la verdad. Siempre supe que él tiene madera para este tipo de negocios, mi padre jamás se pensaría que el niño con el que me dejaba jugar a policías y ladrones con pistolas imaginarias ahora está convertido en todo un hombre de negocios; Max no solo es bien parecido, tiene un estilo único y refinado en vestimenta, pantalones de vestir negros o que siempre le combinen con sus camisas de vestir, y sacos que van a juego.

Su estilo es único la verdad, a comparación con el mío, jamás fue tan refinado, quizás clásico, muchos consejos de Max me han servido para mejorar mi imagen; también los de Regina.

Hablando de ella, debo verla para contarle que todo está marchando bien.

Diego se monta en su lujoso auto último modelo y se dirige hasta su mansión.

Por otro lado se encontraba Regina reunida con Flor en la cafetería de siempre, bebiendo vino como si hubiese algo que celebrar.

-te saliste con la tuya Regi- dice Flor.

-asi es... No, casi.- afirma Regina con disgusto.

-¿Qué?

-Diego ahora tiene una idea clavada en su mente, un vientre en alquiler...

-bueno eso es mejor a que tú lleves el embarazo ¿No?

-si, pero yo no quiero que exista un bebé, ese es el problema. Un bebé solo desencadenaría una serie de desafortunados eventos para mí.

-solo estás exagerando...

Regina recibe una llamada de su esposo, le hace una seña a Flor para que guarde silencio y contesta.

-¿Cariño?

-¿Dónde estás, amor?

-ah, estoy con Flor, ya voy para la casa...

Ambos cuelgan.

-lo siento Flor, pero me tengo que ir... Ahora que noticia tendrá para mí.- se masajea la frente del estrés.

-amiga, deja de ver a un bebé como un enemigo, es algo que lo tiene feliz, deberías hacer lo mismo.

-IUGH- dice con desagrado, le da un beso en cada mejilla como suele hacer y se marcha- te llamo luego Flor.

Esta le hace señas de adiós con las manos y también se marcha.

Ya en la casa, Diego la esperaba con una botella de champagne para celebrar que todo estaba marchando bien.

-¿Qué celebramos amor? - pregunta Regina dejando sus cosas en la mesa.

-que por fin voy a formar una familia con la mujer de mi vida- se acerca a Regina, tomando su cintura y dándole un beso en los labios.

Regina por más que odiaba ese plan, debía sonreír y aceptar todo lo que Diego ofreciera. Él es el del dinero y por desgracia Regina no tenía nada más que solo seguirle el juego del "padre y madre feliz".

El día terminó con ellos pasados de copas con el vino y semi desnudos por la noche de pasión que tuvieron.

Empieza terminó con ellos pasados de copas con el vino y semi desnudos por la noche de pasión que tuvieron.

Pasaron un par de días y Max le hace un llamado a Diego para informarle que ya el artículo que Diego quería ya está publicado en el periódico de la ciudad, absolutamente todos podían chequearlo.

El casting se hará el día veinte de Julio a las dos de la tarde en un salón que Diego rentó para ese día específicamente, ahí entrevistaría a las chicas que fueran, por supuesto que las que el aceptara tenían que hacerce un chequeo con el doctor Alfred, el cual ya está enterado del casting y se ofreció con un costo de paquete por atender a por lo menos cinco chicas que él vea como validas para la gestación.

Diego no paraba de sonreír, mientras que Regina simplemente evitaba hablar del tema, ambos continuaban con su rutina diaria mientras que se acercaba la fecha, Flor se burlaba de vez en cuando se Regina por el artículo del periodico, dónde había una foto de ella, Diego buscaba a una chica que se parezca lo mejor posible a ella. Si los óvulos no eran fértiles quería por lo menos dar una impresión de que parecía su hijo.

Regina no tenía una rutina especial, siempre era ir de compras con Flor, al spa para follar con el masajista, sesiones largas de peluquería y manicuría, no hacía nada interesante en el día, esa es la vida a la que ella según siempre estuvo preparada, al llegar a casa solo encontraba el almuerzo o cena listo, preparado por las empleadas de servicio doméstico de la mansión, Regina es toda una diosa en esa mansión.

Mientras que Diego no paraba con reuniones importantes, socios, inauguración de nuevas sucursales, su restaurante cada día creciendo más, Max y él estaban tan hundidos en eso que por completo se olvidaron del artículo, hasta que llegó el día del casting.

Una alarma del teléfono de Diego le recordó que tenía que estar presente en el salón que rento hace un par de semanas para la ocasión.

Diego no quería hacerlo solo con Regina, así que invito a Max y a su vez Regina invito a Flor.

En el auto de camino al casting Diego le comenta a Max.

-no creo que esto funcione, ¿Quien va a querer embarazarse de un desconocido?

Regina, Max y flour quedan boquiabiertos al ver la enorme fila de mujeres paradas a la entrada del salón.

Habían tantas mujeres jóvenes, un poco mayores, de toda clase y estilos, listas para ser entrevistadas por la pareja.

Regina miró a Flor que cara de pánico, está solo se podía tapar la boca ahogando la risa burlona por respeto a Diego.

-no puede ser-susurro Regina.

-Esto a penas comienza- afirma Max.

            
            

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