Capítulo 20 Eres mía

presionó contra la cama. Para ponerlo a prueba, empujé contra su agarre. Él no se movió. Su cuerpo se tensó, los músculos de su mandíbula se tensaron. Sus ojos brillaban con una intensidad impresionante. -Dime que pare si me pongo demasiado duro. Estuve de acuerdo. Su mirada vagó por mi rostro. - ¿Eres mía, ángel? ¿Mía para besar, para acariciar? ¿

            
            

COPYRIGHT(©) 2022