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entrar felizmente a su cama esa mañana, se había pintado las uñas. Ahora eran rojos y negros, pintados en diagonal sobre la uña. Ella parecía renovada. No había ni rastro del abatimiento y el miedo de la noche anterior. Ella acaba de recuperarse. Mav frunció los labios. A él le gustaría hacerlo para que ella no tenga que aguantar los golpes. -Te se