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puerta. Maldita sea, eran blancos fáciles. -Tengo una idea. -Remi lo empujó a un lado. Sus dedos volaron en una danza complicada. Con una sonrisa, tocó las pantallas y afuera, en el pasillo, se activaron los rociadores contra incendios, empapando a La Sombra con agua. En la pantalla, Mav vio al hombre maldiciendo. Su cabello oscuro estaba pegado a