/0/16472/coverbig.jpg?v=66a1503d0b4b900da6dbf36fcc77065a)
en poner la camioneta en marcha y salir del estacionamiento. Él se ríe. -¿Qué puedo decir? A veces simplemente hay que asumirlo. Echo la cabeza hacia atrás y me río, mientras conduzco hacia mi casa en lugar de tomar la autopista que lleva a la suya, y una oleada de surrealismo me golpea. - Nunca he tenido un chico aquí. En mi visión periférica veo