De Heredera a Desesperada
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Capítulo 5

La mención de la gala despertó a Sofía por completo. Su plan. Mateo.

Se abalanzó, la adrenalina superando el dolor, y le arrebató el celular de la mano. Su cuerpo gritó en protesta, pero lo ignoró.

Damián frunció el ceño, su expresión habitual de fastidio volviendo a su rostro.

-¿Y ahora qué, Sofía? ¿Qué estás planeando?

Apretó el celular contra su pecho, bajando la mirada a su regazo.

-No es de tu incumbencia.

-Mientras no implique lastimar a Ximena, no me importa lo que hagas -dijo él, su voz goteando condescendencia. Sacó su chequera-. Esto fue... un malentendido. Ponle precio. Te compensaré por las molestias.

Una risa, seca y sin alegría, se le escapó de los labios.

-¿Compensarme? ¿Cómo le pones precio a casi morir congelada, Damián? ¿Cómo compensas a alguien por su vida?

Levantó la vista, sus ojos clavados en los de él.

-Solo dime una cosa. ¿Por qué me odias tanto? ¿Qué hice para que me despreciaras?

Él guardó silencio. Por un momento, ella vio algo parpadear en sus ojos, un destello de culpa, quizás. Pero entonces su celular vibró. Era Ximena.

Su rostro se suavizó. Miró su reloj.

-Tengo que irme.

Se levantó y se puso la chaqueta. Ni siquiera se despidió. Su secretaria apareció un momento después, con un cheque en blanco en la mano.

-El señor Valdés dijo que lo llenara por la cantidad que considere apropiada -dijo la secretaria en un tono monótono.

Sofía miró el cheque, luego el umbral vacío donde había estado Damián. Lo último de su esperanza, lo último de su dolor, se convirtió en cenizas.

-Dígale al señor Valdés -dijo, su voz clara y fría-, que no quiero su dinero. Solo quiero que esté en mi gala de cumpleaños. A tiempo.

Terminaría su farsa de compromiso frente a todos. Era la única compensación que necesitaba.

Después de recuperarse, se sumergió en su trabajo. LUZ era su creación, un símbolo de su independencia. Era una Garza, heredera de una dinastía, pero LUZ era solo suya. La había construido desde cero, y ahora era un jugador importante en el mundo de la tecno-moda.

Vertió toda su energía en el próximo lanzamiento de su nueva colección. Revisó cada detalle del desfile de modas, asegurándose de que todo fuera perfecto.

El desfile fue un triunfo. Las luces, la música, los diseños, todo fue impecable.

Y entonces el mundo se vino abajo.

Una hora después de que la última modelo abandonara la pasarela, internet explotó. Un hashtag, #LUZplagiaria, era tendencia mundial.

Una diseñadora independiente desconocida acusaba a LUZ de robarle toda su colección.

Sofía estaba atónita.

-Eso es imposible. Cada diseño es original. Nuestro equipo trabajó en esto durante un año.

Su equipo de relaciones públicas se apresuró. Rápidamente identificaron la fuente de la campaña: una publicación de blog de la diseñadora, llena de "pruebas", bocetos que eran inquietantemente similares a los diseños finales de LUZ. La publicación estaba siendo amplificada por un ejército de bots e influencers.

El nombre de la diseñadora era Ximena Montes.

Sofía miró la pantalla, una fría y nauseabunda comprensión amaneciendo en ella. Ximena había estado en su casa. Había estado en su oficina. Debió haber robado los archivos de diseño preliminares.

Y luego el golpe final. Una publicación del propio Damián Valdés, un enlace al blog de Ximena. *Muy orgulloso de ver que el verdadero talento obtiene el reconocimiento que merece. Siempre apoyando a los artistas originales.*

Él estaba metido en esto. La estaba ayudando a destruir lo único que era verdaderamente suyo.

            
            

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