Capítulo 10 Él no es el adecuado

"Mamá, no sabía que James me había estado esperando tanto rato. Respecto a mi jefe, él es como un hermano menor para mí. De verdad no tenemos el tipo de relación que estás pensando, en serio, no pasa nada entre nosotros. Bueno, eso es básicamente todo. En fin, tengo sueño, así que me iré a descansar. Tú también deberías acostarte de una vez. ¡Buenas noches!", dijo Sarah bostezando, antes de darle un abrazo a su madre e irse a su habitación.

Apenas la puerta se cerró, Danna suspiró profundo. Pues si su hija pudiera encontrar a un hombre de fiar, no tendría que preocuparse tanto por ella. El problema era que la chica simplemente no la escuchaba. Nadie diría nada mientras tuviera novio, incluso si no fuera James.

A decir verdad, cuando su vieja amiga la llamó más temprano, Danna no solo se sintió avergonzada, sino que también se sintió un poco ofendida.

James había estado llamando a Sarah muchas veces en los últimos días para invitarla a salir, recibiendo siempre el rechazo de la muchacha. Definitivamente no creía que el hombre que se chivó a su mamá hace poco fuera una pareja adecuada para ella. Ese era motivo suficiente para asegurarse de no aceptar invitaciones de ese tipo de personas.

Por su parte, James se preguntaba qué era lo que le hacía tan poco atractivo para Sarah. Aún si simplemente estaba jugando a hacerse la dura, ¡esta mujer estaba yendo demasiado lejos!

Además, durante ese período de tiempo, él tuvo varias citas a ciegas que su madre le preparó. Sin embargo, aunque había conocido a algunas otras mujeres interesantes, descubrió que Sarah era la mejor de todas. En cuanto a por qué Tina le estuvo organizando otras citas, mencionó que si bien la hija de su amiga era una mujer excelente, sus antecedentes familiares no eran los más idóneos. Y ella esperaba encontrar a una chica de una familia adinerada para que fuera su nuera.

Un buen día, la empresa de Sarah ganó la licitación para la realización de un importante proyecto. A causa de ello, todos en la compañía decidieron ir a un bar a celebrar. Entonces, cuando Spencer fue a la oficina de Sarah para pedirle que fueran juntos, ella se negó. Pues en vista de que casualmente ella estaba atravesando su período menstrual, consideró que ir a cualquier local sería muy incómodo después de haber estado todo el día sufriendo de dolor.

"Señorita Swain, ¿pretende dejarlos plantados a todos así? ¡La empresa entera te está esperando para poder celebrar juntos!", soltó Spencer, sonriendo con descaro.

Frotándose la parte inferior de su abdomen, Sarah replicó: "Realmente me siento un poco mal, por eso no quiero ir, lo que necesito es irme a casa a descansar. Si voy contigo, arruinaré la fiesta". Lo que dijo fue sincero, ciertamente siempre actuaba de manera indiferente en la empresa, provocando que el ambiente se pusiera pesado para los demás.

"¿Estás bien? ¿Fuiste al médico? ¿Ha tomado alguna medicina? ¿Quieres que te lleve al hospital?". Tan pronto como Spencer se enteró de que Sarah se sentía mal, soltó varias preguntas al mismo tiempo.

"Tranquilo, deberías irte ya. Tú eres el jefe, así que no puedes permitir que te esperen demasiado. ¡Mucho menos ausentarte!", lo instó ella, tratando de forzar una sonrisa.

No obstante, tras ver la expresión de dolor en el rostro de la mujer, ¿cómo podría él abandonarla? "¡Oh, no, te voy a llevar al hospital!". El hombre estaba seguro de que Sarah no se estaba cuidando bien.

"Spencer, ¿puedes parar, por favor? Estoy bien, déjame en paz. ¿No sabes que me incomodas cada vez que haces este tipo de cosas?". ¡Qué farsa! La verdad era que sería muy raro para ella ir al médico acompañada de un hombre solo porque estaba menstruando. Aun así, sin importar si ella estuviera hablando en serio o no, para Spencer, Sarah estaba enojada con él. Lo que no tenía muy claro era qué había hecho para enfurecerla.