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Al día siguiente, Len hizo su rutina de mañana como cualquier día. Ducha, maquillaje, atuendo, desayuno y camino a la universidad. Las primeras clases pasaron de forma bastante natural, ella estaba entretenida con sus pensamientos y por eso no se percató de la mirada de Lucas sobre ella.
Desde un inicio, la chica de lentes oscuros había llamado la atención de Lucas, pero no prestó atención completamente porque tenía mejores cosas en las que pensar. Después, fue agregado al grupo de esta chica, comió con ella, la vio en la biblioteca y muchas veces notó su sonrisa amable cuando tenía conversaciones amenas; descubrió sus ojos de tan llamativo color, la vio jugando a matar zombies y para su sorpresa, era mucho más amigable de lo que él pensaba. Compitieron en el hockey de mesa y se divirtieron en el cine, ella era muy divertida y en el paseo por el jardín de la universidad, parecía combinar a la perfección con los rayos del sol y la brisa cálida.
-Lucas... ¡Lucas!
-El llamado de su nombre sacó a Lucas de sus pensamientos- ¿qué pasa? -dijo volviendo en sí-
-Es la hora de receso, vamos a la cafetería –dijo Betty-
-Sí, claro. –sonrió Lucas, tomó sus cosas y se levantó de su lugar, cuando dio un vistazo al asiento de Len, ella ya no estaba- ¿y Len? –preguntó a Betty-
-Dijo que tenía algo que hacer en información y vendría después, apresúrate, hoy hay pastel de chocolate –dijo Betty con emoción y salió rápidamente de clase-
-Lucas salió de clase y mientras caminaba lentamente a la cafetería en caso de que Len apareciera, se encontró con un profesor que cargaba una gran caja de papeles- Profesor, déjeme ayudarlo con eso –dijo inmediatamente-
-No creo que sea nece...
-No, por favor déjeme llevarlo por usted –interrumpió Lucas a su profesor y tomó la caja-
-Gracias, por favor llévalo a la habitación de papelería que está...
-Frente al área de información ¿cierto? –interrumpió Lucas nuevamente a su profesor-
-Sí –asintió el profesor-
-Yo me encargo –sonrió Lucas-
-Estos jóvenes tienen tanta energía –pensó el profesor al ver como Lucas se alejaba-
Lucas caminó por los pasillos, dando vuelta a la derecha y luego a la izquierda, hasta llegar al área de información. Al pasar justo frente a la habitación, observó por la ventana y logró ver a Len a unos metros de él hablando con una mujer mayor que tenía unos papeles en la mano. Ella sonreía de una forma hipnotizante, de pronto sus miradas se encontraron. Lucas sintió un pequeño escalofrío y caminó rápidamente a la puerta de la papelería, entró en el lugar, posicionó la caja en una de las esquinas y luego salió del lugar cerrando la puerta detrás de él.
-Lucas –dijo una voz detrás de él-
-Lucas se giró inmediatamente- Len, estás aquí –sonrió con cierto nerviosismo-
-Len asintió- tenía que revisar unas cosas en información, tú... ¿necesitabas algo de la papelería?
-Lucas negó- solo vine a dejar una caja, un profesor me pidió favor que la trajera y...por eso, estoy aquí.
-Es bueno que te lleves bien con los profesores –sonrió Len- ¿vamos a la cafetería?
-Sí-respondió Lucas más rápido de lo que esperó que saliera la respuesta de su boca.
Len dio media vuelta y se dirigió a la cafetería, mientras tanto, Lucas caminaba unos pasos detrás de ella y se cuestionaba si su nerviosismo había sido notado...y la razón por la que se había puesto nervioso. Ambas preguntas, sin respuesta.
Al llegar a la cafetería, fueron por su comida y luego se dirigieron a la mesa de siempre, donde Betty y Lilith ya estaban sentadas.
-¿Dónde estuviste Lucas? Creí que venías detrás de mí –dijo Betty-
-Lo hacía, pero luego me encontré a un profesor y me pidió llevar una caja a papelería –explicó Lucas con indiferencia mientras revisaba su comida-
-Eso explica porque vienes con Len –dijo Lilith- ¿a ti cómo te fue en información, Len?
-Todo bien, solo necesitaba revisar unos papeles –contestó Len-
Todos en la mesa comenzaron a comer.
-Estaba pensando que tal vez podíamos hacer algo el fin de semana –dijo Lilith- nos divertimos en el cine, así que...deberíamos hacer más cosas.
-Suena bien –contestó Betty- tal vez podríamos ir a jugar con pistolas de pintura o tal vez...
-Qué tal, la feria –propuso Len-
-¿Hay una feria? –cuestionó Betty-
-Len asintió- creo que hay una cerca del centro, parece un lugar divertido, aunque las entradas son reservadas con antelación.
-A mí me gusta la idea –dijo Lilith con una sonrisa-
-Suena bastante bien ¿dónde reservo las entradas? –cuestionó Betty-
-Por favor, dejen que yo haga la reservación. Fue mi idea, después de todo.
-Esto se pone cada vez mejor –comentó Lilith con emoción- ¿vas a ir, Lucas?
-Lucas dejó de comer y levantó la vista, primero a las chicas y luego a Len, lo pensó unos segundos y luego asintió- Claro
-Len sonrió- les enviaré los datos en cuanto haga la reservación.
-Betty, deja de rascar ese frasco de pudin, ya no hay –comentó Lilith con diversión-
-Eso no es cierto, en el fondo está atorado un poco –dijo Betty mientras trataba de pasar la cuchara por las esquinas del frasco-
-¿Quieres el mío? –ofreció Len- yo no me lo voy a comer.
-No creo que sea...
-Está bien –Len pasó su pudin a la bandeja de Betty- adelante, disfrútal. –sonrió-
-Gracias. –sonrió Betty-
-Yo lo que quiero, es un jugo de frutos rojos, ya vuelvo. –Len se levantó con su bandeja para devolverla a la cocina, la entregó a una de las personas que estaba lista para recibirla y luego se dirigió a la maquina expendedor-
-Gracias Lucas –festejó Lilith- me debes veinte, nena –dijo en dirección a Betty-
-Que falta de fuerza, Lucas –gruñó Betty y busco en sus bolsillos para pagar su deuda-
-¿Fuerza? ¿sobre qué? –cuestionó Lucas-
-Tu mirada –contestó Betty- yo aposté que la tendrías hasta después de dos semanas, pero Lilith dijo que la tendrías antes de las dos semanas. Ahora perdí veinte por tu culpa .
-Lucas dio un vistazo a Lilith- todavía no entiendo.
-Cuando Len está cerca, todos tienen esa mirada, algunos por admiración y otros por enamoramiento, pero todos la tienen. Mira a los de las otras mesas...-explicó Lilith-
-Lucas dirigió su mirada a las personas en las otras mesas, la mayoría tenía los ojos en Len-
-Desde que Len se levantó a dejar su bandeja, llamó la atención de las personas alrededor –agregó Betty- esa mirada es solo...lo que se hace cuando la ves.
-Es muy fácil que alguien así llame tu atención, además, es fácil que te agrade –sonrió Lilith- cosas de deidades.
-Cosas de deidades. –dijo Betty con una sonrisa de complicidad-
-Me tardé mucho, esa máquina no es la más rápida del mundo ¿cierto? –dijo Len sentando en su lugar-
-Lucas había observado a las personas de las otras mesas todo el tiempo, para cuando Len regresó a la mesa, todos los ojos la habían seguido discretamente-
Después del receso, las demás clases pasaron rápidamente hasta el momento de la salida. En todo ese tiempo, Lucas estuvo distraído con sus pensamientos y aunque trataba de evitarlos, no parecía funcionarle nada.
Len se levantó de su asiento, acomodó sus lentes oscuros y caminó fuera de la universidad en dirección al auto que ya la estaba esperando.
...
-¿Cómo están mis preparativos? –cuestionó Len al entrar en el auto-
-Está todo listo, anfitriona –sonrió el chofer y puso en marcha el auto-
La primera parada, fue la casa de Len; donde se cambió de atuendo a un vestido rojo que delineaba su figura, y un abrigo en color negro con zapatos altos a combinación. Acomodó su cabello largo hacia atrás y regresó al auto para dirigirse al edificio escarlata.
La diferencia de este edificio con el resto iniciaba con el camino para llegar a él. Antes de entrar a la zona del escarlata, había una ruta larga y llena de postes de luz, sin importar la cantidad de luces que estuvieran encendidas, esa calle siempre se veía lúgubre. A continuación, aparecía una gran cantidad de árboles que creaban el ambiente frío alrededor de todo el edificio y finalmente, el escarlata. Una construcción alta en color gris que por fuera parecía un lugar sin diseño ni adorno alguno, pero una vez que se observaba el interior, varias luces rojas se encendían creando un tipo de cielo rojo en lo alto del edificio y automáticamente en las paredes, varios cuadros se transparentaban dando una visión de trescientos sesenta del exterior del edificio. Al estar ubicado en un lugar alto pero rodeado de árboles, las luces de la ciudad se mezclaban con las copas de los árboles y creaban la ilusión de pequeños soles entre las hojas verdes.
-Me gustaron mucho esas luces –comentó Len observando el cielo rojo-
-Ciertamente fueron una gran adquisición, anfitriona –sonrió el chofer-
-Me encanta este edificio –Len siguió su camino, pasó a una nueva habitación que tenía resaltados los bordes de las paredes con un tipo de material brillante y rojo. Frente a ella estaba Mick, entre varios hombres de traje que hicieron una reverencia al verla- Hola, Mick –saludó con una sonrisa-
-Mick estaba en silencio-
-¿Recibiste mis regalos? –cuestionó Len-
-Mick tenía la mirada fija en el piso-
-¿Qué te pasa? –Len se acercó a Mick- ¿estás enojado? ¿me odias, Mick?
-¿Por qué? –cuestionó Mick con dolor en su voz- ¿por qué la dejó quedarse si sabía que ella era un espía?
-Mmm –Len pensó un momento- a los enemigos, hay que mantenerlos cerca. Está claro que, nunca pensé que su plan te involucraría...bueno...no de la forma en que te involucró.
-De cualquier forma, ella es la madre de mi hijo –Mick apretó los puños- así fue planeado enamorarme de ella, ese bebé es una bendición y me haré cargo de él.
-¡Maravilloso! –sonrió Len- te felicito por ser un hombre, y hacerte responsable de tus acciones. De cualquier forma...-citó las palabras de Mick- ella es la madre de tu hijo, pero hay asuntos pendientes entre ustedes y un niño no la pasará bien en un hogar donde sus padres, tienen asuntos que atender.
-¿A qué se refiere? No entiendo –dijo Mick con incertidumbre-
-Le daré un regalo a tu hijo, ayudaré a que sus padres arreglen sus asuntos. –Len hizo un gesto a los hombres de traje para que llevaran a Mick a la habitación adyacente- este es mi regalo. –dijo ella desde atrás de Mick- frente a ti, hay un gran telón rojo. ¿Quieres ver lo que hay del otro lado?
Len dio una señal y el telón cayó al suelo de una forma bastante artística, casi como si cayera en cámara lenta. Mick sintió un gran escalofrío cuando vio a la madre de su hijo tirada en el suelo de un gran escenario.
-Por favor, por favor, no le haga nada a Ana –suplicó Mick con los ojos llenos de terror- ¡Ana! ¡Ana! ¡Despierta, mi amor, por favor! –gritó-
-Calma –dijo Len parándose frente a Mick con las manos en los hombros de este- yo no le voy a hacer nada, como dije, los traje aquí para que arreglen sus asuntos y si no me crees –se hizo a un lado- ve allá y asegúrate de que está bien.
-Mick corrió rápidamente al gran escenario, subió las gradas y se tiró al suelo, tomando a Ana en sus brazo- Ana, despierta por favor –pasaba su mano por la mejilla de la chica constantemente en un intento por despertarla- despierta, mi amor, por favor ¿estás bien?
-Ana parpadeo un par de veces y luego observó el lugar- ¿Mick? ¿Dónde estoy?
-Estás despierta –sonrió Mick con alivio- ya está bien todo, tranquila.
-Ana observó a la figura femenina que la observaba unos metros atrás- ¡Tú! –se levantó rápidamente con la ira en la sangre-
-Hola, Ana –saludo Len con la mano divertida- ¿cómo estás? ¿te sientes bien?-actuó preocupada-
-Me drogaste y me trajiste a este lugar ¿qué es lo que quieres? –espetó Ana-
-¿Drogarte? –Len negó- jamás haría eso a una persona en tu estado.
-¿De qué hablas? Déjate de tonterías, mis colegas se darán cuenta de mi desaparición y vendrán por ti –espetó nuevamente Ana-
-Hablo de tu embarazo –dijo Len dando un paso adelante- creo que deberías bajarle a tu enojo, eso no le hace bien al bebé, claro que...no afectaría si no existiera tal bebé.
-Ana se quedó en completo silencio-
-Esa era la expresión que buscaba –sonrió Len con complacencia-
-Mick estaba un poco aturdido por lo que pasaba- Ana ¿de qué está hablando?
-Ana observó a Mick unos segundos y luego bajó la mirada, ella estaba sintiendo una gran frustración-
-Mick observó a Len temiendo de su respuesta-
-Mi último regalo...-inició Len-
Al escuchar estas palabras, varios hombres de traje rodearon el escenario, sacaron todos, sus armas y se prepararon para apuntar. Todo lugar al que Mick o Ana volteara, tenía un hombre de traje que no temía tirar a matar, excepto, por una parte, la parte en la que la anfitriona estaba ubicada y los observaba, ahora, con esos ojos brillante de tonos llamativos que no fueron liberados de la oscuridad de los lentes que hace tan solo unos segundos, ella tenía puestos.
-...es decirte la última verdad sobre tu novia, Mick. Ella no está "embarazada" y sé que no me vas a creer, así que te lo mostraré –Len chasqueó los dedos y un hombre se acercó a Mick para darle un sobre, mientras que otros dos sujetos desenvolvían unas imágenes al lado de ella- el sobre en tus manos, tiene la prueba de embarazo...y ¿adivina que?, es negativa.
-Mick abrió inmediatamente el sobre y leyó la hoja que tenía en el interior-
-Tu puedes creer que te estoy mintiendo aun así... entonces, por favor observa las imágenes a mis lados. A juzgar por el tiempo que llevan juntos, y el momento en el que ella se "embarazó" su abdomen, debería lucir así –Len apuntó con sus manos a las imágenes y luego les dio un vistazo- me parece que es un crecimiento bastante notorio, pero ahora, veamos a nuestra futura madre...-hizo un gesto con la cabeza y cinco hombres se acercaron a Ana para impedir su movimiento, ella intentó luchar, pero el sedante que utilizaron para llevarla al escarlata aún no se había agotado. Uno de los hombres cortó la blusa de Ana con unas tijeras, dejándola en ropa interior con el torso descubierto- wow –comentó Len con asombro- admito que siento un poco de envidia, por ese abdomen tan trabajado. Parece que los policías tienen una gran rutina de ejercicio, debería inscribirme –pensó graciosamente- en fin, aunque tu abdomen es envidiable, no es el de una futura madre ¿qué piensas tú, Mick?
-Mick dejó caer el papel de sus manos mientras sus ojos se llenaban de lágrimas-
-Mick, escúchame...yo...-antes de que Ana pudiera hablar más, él la interrumpió-
-¡Cállate! –gritó Mick con los puños apretados-
-¿Por qué estás haciendo esto? –gritó Ana a Len con gran ira en su voz-
-Estuve leyendo sobre romances últimamente, justo por ustedes dos. Una policía se infiltra para conocer...los malévolos planes de alguien –dijo Len con una sonrisita burlona- y se encuentra con uno de los oficiales que tienen conexión con la líder de la organización, decide sacarle información enamorándolo y entonces...descubre que el oficial tiene un sueño, ser padre –dijo con un tono enternecedor- pero él cree que nunca podrá lograrlo por la vida que escogió, así que la espía decide utilizar eso para completar su trabajo. Ella seduce al oficial y le miente diciéndole que espera un hijo suyo, el oficial está tan agradecido por la oportunidad que el cielo le dio que incluso intenta fugarse con ella por una de las salidas secretas, pero no lo logran y, además, el oficial se entera que todo fue una mentira –el tono de voz se volvió un poco más brusco en esta parte- la espía lo utilizó para cumplir su tarea y, lo manipuló usando su más grande anhelo. El malévolo plan, al final del día...lo tuvo ella y el oficial fue la pobre víctima.
-Cada una de las palabras que habían salido de la boca de la anfitriona, habían calado dolorosamente en el corazón de Mick-
-Ahora, como el final de un libro romántico, los amantes tendrán que enfrentarse para solucionar esta situación –Len acomodó su cabello y sonrió con complacencia- el final de esta historia, es la delgada línea entre el amor y el odio, y la frágil confianza...que seguramente ya se rompió ¿cierto, Mick?
Ana casi pudo ver un fuego furioso en los ojos de Len unos segundos antes de sus últimas palabras, y unos segundos antes de que Mick estallara y la atacara. La pelea de los amantes inicio, ambos esquivaban golpes y atacaban, Ana intentaba dialogar con Mick para frenarlo, pero él estaba cegado por el odio. Ser padre era su sueño más puro, y esta mujer a la que había amado, lo había ensuciado con todas sus mentiras. Con cada golpe, ambos parecían debilitarse el triple de lo que normalmente se hubieran debilitado en una pelea; gotas de sangre comenzaron a caer al suelo, muchas de ella iban mezcladas con lágrimas. Pasaron casi dos horas cuando Mick cayó de rodillas al suelo, en los últimos golpes que intercambiaron, los amantes parecieron despedirse por lo que jamás pudo ser, pero ellos como tontos enamorados decidieron soñar.
-Ana cayó al suelo con la respiración agitada, estiró su mano temblorosa a Mick y como lo sospechaba, él ya no tenía pulso-
-Entonces, él murió –dijo Len con indiferencia mientras caminaba por el lugar-
-¿Por qué lo hiciste? Sabías que él moriría primero –dijo Ana apenas en un hilo de voz- peleó conmigo hasta el final
-Fue un idiota –dijo Len mientras observaba a Mick- él trabajo para mí por muchos años y sabía que, si se detenía, mis hombres iban a disparar.
-Los ojos de Ana se llenaron de lágrimas-
-No quería que murieras en mis manos, incluso en el final, te quiso solo para él –Len dio un sorbo a su jugo de frutos rojos-
-¿Y qué me harás a mí, ahora? ¿me vas a torturar? –preguntó Ana desde el suelo del escenario-
-Len negó- te estuve investigando, eres muy buena en tu trabajo y seguramente me llevaría horas sacarte algo si uso la tortura física –cruzó los brazos y se inclinó levemente hacia adelante- pero, ¿qué crees? Me encontré con un perfil psicológico de Ana de... ¿doce años?
-Ana abrió mucho los ojos- más vale que no le hayas hecho daño a la señora Patrick o...
-Claro que no, ¿qué piensas que soy? ¿una asesina en serie? –se burló Len- la señora muy amable, me dejó ver los expedientes de mi amiga de la infancia y resulta que, siempre buscaste amor, en tu familia nunca hubo algo así y tu mayor deseo es sentirte amada. Una tortura física solo me hubiera hecho, perder el tiempo, pero una tortura de alma, es mucho más efectiva. Me atrevo a decir, que la persona que acabas de matar, fue, es y será el amor de tu vida.
-El corazón de Ana ya no podía pesar más en su pecho-
-Hay muchas cosas interesantes aquí –uno de los hombres de traje acercó una silla a Len y esta se sentó- ¿alguna vez viste "Alicia en el país de las maravillas"? ella habla de la capacidad de pensar en seis imposibilidades al día. Tú tienes la capacidad de hacer 6 cosas interesantes, antes de morir. Primera –levantó un dedo- decidiste ser oficial de policía, para estar alejada de todo el espectro de los sentimientos y el amor. Segunda, a pesar de huir, el amor de tu vida te encontró. Tercera, le montaste toda una farsa a la persona que más amaste en tu vida. Cuarta, durante la pelea, tanto tu cuerpo como tu alma estaban sangrando y por eso te agotaste más rápido de lo normal, lo mismo pasó con él. Quinta, nunca lograste separar tu trabajo, de los sentimientos, pero te obligaste a hacerlo y finalmente, sexta –levantó seis dedos- mataste a la única persona en el mundo, que hubiera muerto por ti, a pesar de todas tus mentiras.
-Ana parecía absorta en sus pensamientos, mientras su miraba estaba perdida sobre el cuerpo de Mick-
-Len se levantó de la silla- tenías que aprender que en los caminos que tú y yo elegimos, no hay un felices para siempre en el final. No hay un "para siempre" tampoco un "hasta pronto"; en la última página de libros como el tuyo y el mío, solo hay un "Hola y adiós" –dio media vuelta y caminó a la salida-
-Espera –dijo Ana poniéndose de pie-
-Len se detuvo en seco-
-Dijiste que hice seis cosas interesantes antes de morir. ¿Cuándo moriré? ¿no te quedarás a ver como tus hombres me disparan?
-Ellos no harán eso –Len dio un paso atrás y observó a los hombres de traje que seguían rodeando a Ana- ya pueden descansar, muchachos.
Inmediatamente todos lo hombre guardaron sus armas y rompieron su formación e incluso comenzaron a salir de la habitación. Ana observaba con confusión lo que sucedía.
-¿Serás tú quien acabe conmigo? –cuestionó Ana apretando los puños-
-Len sonrió suavemente y negó- yo tampoco lo haré. El sedante que te pusimos para traerte aquí, en realidad, es veneno –explicó- es un veneno lento y extraño, que te hace dormir para esparcirse por tu cuerpo. Tú empezaste a morir varias horas atrás –observó su reloj- te quedarán unos minutos...antes de llegar a la última fase donde tu corazón se detiene.
-Entonces, tengo unos minutos para tratar de llevarte conmigo –Ana intentó dar un paso adelante, pero su cuerpo se tambaleó-
-Len respiró profundo- Mick fue un traidor al final, pero por mucho tiempo fue uno de mis hombres y estoy segura, de que te golpeó en lugares importantes –acomodó sus manos en la cintura e inclinó su cabeza a un lado- que lograras ponerte de pie, después de estar en el suelo por tanto tiempo, no significa que puedas hacer algo más. No seas pretensiosa.
-Ana sonrió- eres mucho más de lo que pensaban en la agencia que serías.
-Len estuvo a punto de retomar su camino, pero Ana la detuvo nuevamente-
-Contéstame algo –pidió Ana- parece que le diste regalos a Mick, dame uno a mí –dijo mientras volvía a tirarse al suelo-
-¿Qué quieres? –cuestionó Len-
-Una de las mayores interrogantes que tiene la agencia, y también por la que decidí venir a esta misión es ¿por qué tus víctimas, han sido tus víctimas? –Ana entrelazó sus manos- estuvimos estudiando; cuatro jóvenes; señores entre los 40 y 60 años; mujeres antes de sus treinta, no hay un patrón y no pareces alguien que mate por placer, la única conexión entre las víctimas, eres tú. Hay muchas personas que trabajan para ti, pero ¿por qué ellos? –cuestionó-
-Nunca he terminado con una vida por placer, los terminé, porque no siguieron las reglas. Las personas que tu mencionas, me buscaron, me persiguieron para que les diera mi atención y mi ayuda, cuando lo hice, cuando les di lo que querían, se intentaron aprovechar de eso –Len dibujo una sonrisa burlona en su rostro- y en realidad, no me importa mucho si se aprovechan de mí, pero se metieron con mi trabajo y no existe una relación que valga más que mi trabajo.
-Tienes razón, ese era el otro detalle...-agregó Ana- todas las personas a las que mataste, tenían una relación más allá de lo laboral, eran cercanas a ti.
-Len dejó salir aire- todos lo eran, amigos de la universidad, hombres que me trataron como su hija y mujeres que me aconsejaron. Creyeron que porque "éramos familia" podían entrar y salir a su conveniencia...todos buscaban dinero y poder –una risa breve emergió de su garganta- cuando lo consiguieron, olvidaron que... nunca tendrían más dinero y poder, que yo. Entonces murieron.
-Ya veo, el único patrón era...que se metieron en tu camino –Ana dejó salir una risa- ahora que lo explicas así, todo era mucho más simple de lo que pensábamos en la agencia. De verdad te burlaste de nosotros.
-Espero que hayas disfrutado tu regalo –Len retomó su camino a la salida-
-Te veré desde arriba, y te veré romperte en este mismo edificio.
-Len se detuvo nuevamente y rio- no deberías usar tus últimos momentos para maldecir.
-Lo último que logré investigar sobre ti, fue tu nueva relación con un joven llamado Lucas –Ana comenzó a tener problemas de respiración, pero simplemente se deslizó por el suelo y se recostó en el abdomen de Mick- no me enteré de mucho, pero mi última apuesta sería, que por él tu alma va a sangrar y tu corazón se va a detener. Igual que yo –dio una última mirada amorosa a Mick y luego su corazón se detuvo-
-El silencio que se hizo a espaldas de Len, fue el indicador de la muerte de Ana- entonces... hiciste siete cosas interesantes, antes de morir –dio un vistazo a la oficial que parecía estar durmiendo en el suelo del escenario- tú tampoco fuiste lo que imaginé, por eso, mantendré tu apuesta.
Los tacones de Len resonaron en el edificio escarlata y de forma gradual, el sonido se fue desvaneciendo, dejando un silencio gélido entre dos amantes que parecían estar durmiendo en el centro de un gran escenario. Esta fue, la última página para ellos.