Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla
img img Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla img Capítulo 1 Firmar el divorcio
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Capítulo 8 Las ventajas de ser reina img
Capítulo 9 Estrella en ascenso img
Capítulo 10 Ofender a Jasper Russell img
Capítulo 11 Florrie fue secuestrada img
Capítulo 12 Ella quería verla muerta img
Capítulo 13 Sacarlas img
Capítulo 14 Como un depredador desatado img
Capítulo 15 Reencuentro img
Capítulo 16 Identidad revelada img
Capítulo 17 Reclámalo ya img
Capítulo 18 Estúpido imbécil img
Capítulo 19 Traer una mujer a casa img
Capítulo 20 Eres bienvenida a quedarte img
Capítulo 21 Celos img
Capítulo 22 Quedarse en el mismo lugar que ella img
Capítulo 23 Humillación pública img
Capítulo 24 Es por la señorita Marsh img
Capítulo 25 Sus pequeños planes img
Capítulo 26 Mucho mejor que él img
Capítulo 27 Igualar la familiaridad img
Capítulo 28 Dedicarse a su cuidado img
Capítulo 29 Cásate con ella o algo así img
Capítulo 30 Los hermanos Barton hacen su jugada img
Capítulo 31 La forma en que el señor Russell demostraba amor img
Capítulo 32 Imperturbable ante sus ofensas img
Capítulo 33 Fui demasiado buena contigo img
Capítulo 34 Se anulan las condiciones iniciales del divorcio img
Capítulo 35 El contraataque de la Reina Evelina img
Capítulo 36 Realizar una cirugía en nombre de alguien más img
Capítulo 37 Estoy decidido a conquistar a Evelina img
Capítulo 38 Ya tiene una prometida img
Capítulo 39 Ahora soy su tirador de confianza img
Capítulo 40 El señor Russell ayuda a Evelina img
Capítulo 41 Los amigos deben ayudarse mutuamente img
Capítulo 42 La Reina Evelina por fin ataca a Esme img
Capítulo 43 Deseo que te cases con mi tío img
Capítulo 44 Evitar posibles malentendidos img
Capítulo 45 Comer con la persona amada img
Capítulo 46 Solo era amable con Evelina img
Capítulo 47 El día de la cirugía img
Capítulo 48 El enfrentamiento antes de la cirugía img
Capítulo 49 Esme fue expulsada de la mesa de operaciones img
Capítulo 50 La operación fue un éxito img
Capítulo 51 La apuesta img
Capítulo 52 Él es el verdadero Jasper Russell img
Capítulo 53 Cortar todo vínculo con Esme img
Capítulo 54 Un peón contra Evelina img
Capítulo 55 La pareja perfecta img
Capítulo 56 El verdadero objetivo es Evelina img
Capítulo 57 Dime cuánto quieres para dejar a mi primo en paz img
Capítulo 58 Yo elijo con quién me caso, no ella img
Capítulo 59 Tres condiciones img
Capítulo 60 El enfrentamiento entre tres mujeres img
Capítulo 61 Este señor Russell es tu nuevo novio img
Capítulo 62 Sabes cómo cargar a un niño img
Capítulo 63 Evelina estaba herida img
Capítulo 64 : Ajustar cuentas con Aurora img
Capítulo 65 Amarte fue mi mayor error img
Capítulo 66 La muerte de la asistente img
Capítulo 67 Él jamás se preocuparía por una mujer img
Capítulo 68 Aurora, déjalo ir img
Capítulo 69 Franklin se disculpó personalmente img
Capítulo 70 La familia Marsh pagará el precio img
Capítulo 71 Un capítulo vergonzoso en la vida de Evelina img
Capítulo 72 Bofetadas img
Capítulo 73 Su disculpa pública sería dentro de una semana img
Capítulo 74 Trazar una línea img
Capítulo 75 Arreglar el malentendido img
Capítulo 76 El truco de la motocicleta img
Capítulo 77 La misteriosa diosa de las inversiones img
Capítulo 78 Una trampa para Sebastian img
Capítulo 79 No estás feliz de verme img
Capítulo 80 Evelina es mía img
Capítulo 81 Pensar en casarse con ella img
Capítulo 82 La chica que le gusta img
Capítulo 83 Resolver malentendidos img
Capítulo 84 Compartir habitación img
Capítulo 85 Comparten habitación img
Capítulo 86 Quiero que Evelina muera img
Capítulo 87 Llévenselas a los dos img
Capítulo 88 Toma de rehenes img
Capítulo 89 Quinientos millones img
Capítulo 90 Dos vidas en juego img
Capítulo 91 Unidos para siempre img
Capítulo 92 La advertencia de la Reina Evelina img
Capítulo 93 Quién será el próximo en morir img
Capítulo 94 Aurora jamás podría cumplir sus sueños img
Capítulo 95 Una situación peligrosa img
Capítulo 96 Sus tobillos img
Capítulo 97 La belleza y el físico de Evelina img
Capítulo 98 Serpientes img
Capítulo 99 Evelina, quédate conmigo img
Capítulo 100 Evelina no podrá venir hoy img
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Demasiado tarde para arrepentirse: La heredera genio brilla

Mamma Mia
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Capítulo 1 Firmar el divorcio

La noche antes de su tercer aniversario de bodas, Cary Gibson triunfó en una exclusiva subasta de alto nivel, ganando un par de pendientes de zafiro muy raros.

Él declaró suavemente: "Esto es para la persona a la que más le debo, la mujer a la que amo".

Su esposa, Evelina Marsh, sintió cómo las lágrimas se acumulaban en sus ojos mientras veía la subasta en televisión desde su casa. Mañana sería su tercer aniversario, y después de escuchar a su esposo, tenía la esperanza de que finalmente correspondiera su devoción.

La abuela de Cary, Demi Gibson, dejó salir en silencio un suspiro de satisfacción. "Parece que mi nieto finalmente ha comprendido cuán valiosa es su esposa".

A la noche siguiente, Evelina apenas había terminado de preparar una cena suntuosa cuando Cary cruzó la puerta.

Su esposa se apresuró a recibirlo, tomando rápidamente su maletín antes de extender una mano para también llevar el abrigo.

"Vaya, qué gran banquete has preparado para esta noche", dijo el hombre con ligereza. "¿Es para celebrar algo?".

Alto y cautivador, Cary siempre se movía con una gracia natural; incluso el simple acto de aflojar su corbata parecía un gesto sacado directo de una pasarela de alta costura.

Sin embargo, de alguna manera, siempre lograba desanimar a su esposa con solo unas pocas palabras.

Los dedos de Evelina se detuvieron con incertidumbre antes de pronunciar en voz baja: "No lo olvidaste, ¿verdad?".

No, seguramente él solo estaba bromeando, ¿verdad? Él había comprado esos pendientes de zafiro invaluables para enmendar las cosas entre ambos, ¿cierto?

Las cejas de Cary se fruncieron ligeramente. "¿Exactamente qué olvidé?".

"Los pendientes de zafiro... los compraste para celebrar lo nuestro, ¿verdad?". El corazón de la mujer temblaba por la ansiedad, pero se aferraba obstinadamente a un último rayo de esperanza.

"¿Cómo te enteraste de los pendientes?". Cary parecía genuinamente sorprendido; claramente no esperaba que su esposa, quien se caracterizaba por tener un carácter apacible y siempre mantenía un perfil bajo, estuviera al tanto de esos eventos tan extravagantes.

Una leve sonrisa se dibujó en los labios del hombre, un gesto que transmitía desdén.

No podía negar que Evelina poseía una belleza natural, conformada por rasgos suaves, junto con unos ojos tiernos y expresivos, pero él se negaba a presumirla ante el mundo; siempre se vestía de una manera demasiado modesta, sin distinguirse y siendo pasada por alto todo el tiempo, como una flor que ya se había marchitado.

Incluso la criada de la residencia de los Gibson parecía más refinada que ella.

Evelina reunió todo su coraje y, con la cautela brillando en sus ojos, dijo: "Vi la transmisión en vivo de la subasta. Esos pendientes son realmente hermosos...".

Cary la interrumpió abruptamente: "Son para Esme".

La voz del hombre se suavizó notablemente cuando mencionó el nombre de su primer amor, Esme Barton, "Finalmente aceptó volver conmigo. Obviamente necesitaba comprar algo especial para darle la bienvenida de nuevo".

Evelina sintió que su pecho se estrujaba dolorosamente, al mismo tiempo que su respiración se cortaba.

Entonces, ¿la persona con la que se sentía en deuda era Esme Barton, la misma que lo abandonó en el pasado?

¿Entonces, a qué quedaba reducida Evelina, si siempre fue la esposa devota que permaneció a su lado durante tres años sin quejarse y sin siquiera pedir ser reconocida?

Incapaz de soportarlo, la mujer habló con una voz que tembló por el dolor: "¿Acaso ya olvidaste quién fue la culpable del accidente donde perdiste la vista?".

En ese día tan fatídico, Esme hizo un berrinche por algo insignificante, distrayendo a Cary y provocando que chocara.

Cuando los médico informaron que él probablemente se quedaría ciego de manera permanente, la responsable huyó, inventando una excusa poco creíble antes de viajar al extranjero el mismo día; desapareció por completo, sin dejar rastro.

No le importó que su boda ya había sido anunciada y las invitaciones enviadas; nadie pudo localizar a Esme ni a su familia.

Si Evelina no hubiera intervenido valientemente en el último momento, la familia Gibson habría protagonizado el chisme más escandaloso y todos en la ciudad hablarían de ellos.

"¡No sabes nada!", espetó Cary con dureza. "¡Esme no tuvo la culpa!".

Él se negaba a tolerar cualquier crítica dirigida a su supuesto verdadero amor. "Fue ella quien curó mis ojos", prosiguió el hombre, poniéndose a la defensiva. "Si no hubieran revelado la verdad por accidente, jamás me habría enterado de todo lo que hizo en secreto por mí".

Evelina se quedó tan atónita que apenas podía formar palabras coherentes. "¿Qué... dijiste?".

Fue ella quien realizó las cirugías; su abuela prácticamente le rogó para convencerla. Evelina realizó tres procedimientos críticos, llevando sus habilidades y conocimientos al límite; pasó incontables noches sin dormir solo para cuidarlo, sin revelar que era la renombrada Tejedora de Visiones, entregando una devoción absoluta a Cary.

¿En qué momento Esme terminó llevándose todo el crédito?

"¿Estás seguro de eso? ¿Confías ciegamente en cada rumor que escuchas?".

"Absolutamente. Esme es la última aprendiz del profesor Landen Mitchell, la única persona en el mundo calificada para realizar esa clase de cirugías", respondió Cary con un orgullo y gratitud inquebrantables.

Pero en realidad era Evelina la última aprendiz del Profesor Mitchell.

¿Cuánto tiempo había estado Esme suplantando su identidad?

Evelina quería desesperadamente exponer el engaño de esa mujer, pero rápidamente recordó que su mentor había fallecido seis meses atrás.

Por eso Esme eligió este momento para hacer su regreso; sin Landen, nadie podría desmentir sus afirmaciones.

Cary, quien se curó por completo gracias al cuidado de su esposa, ahora ejercía una influencia significativa como líder del Grupo Gibson; la estrategia y los tiempos de Esme fueron impecables.

Al no tener pruebas ni ninguna manera de revelar la verdad, Evelina preguntó en una voz baja y cargada de amargura: "Entonces, ¿para qué volviste? ¿No deberías estar celebrando con Esme?".

Quitándose el delantal abruptamente, la mujer sintió cómo la desesperación carcomía dolorosamente su corazón.

La respuesta de Cary fue casual e indiferente: "Estoy harto de todo esto. Será mejor terminar con este matrimonio. Acordamos que solo estaríamos juntos tres años, y ya he soportado demasiado tiempo".

¿Para él este matrimonio solo era una carga? ¿Cómo podía descartar con tanta indiferencia todos los sacrificios que hizo su esposa?

Ella gastó tres largos años, vertiendo todo lo que tenía para cuidarlo desde que se quedó ciego, convirtiéndolo poco a poco en el hombre poderoso que era ahora.

Sin siquiera reconocer la angustia en el rostro de la mujer, Cary sacó tranquilamente un acuerdo de divorcio, el cual obviamente había preparado de antemano. "Revísalo, y si no tienes objeciones, fírmalo. Ya he perdido suficiente tiempo contigo. No quiero hacer esperar más a Esme".

Al revisar el acuerdo, Evelina se centró amargamente en las cláusulas, donde se indicaba que solo recibiría un apartamento lejos del centro de la ciudad, un auto desgastado que utilizaba para hacer las compras, y apenas tres millones de dólares.

¡Increíble!

La audacia de este tipo era asombrosa; le iba a regalar a la mujer responsable de su ceguera unos pendientes de zafiro valuados en trescientos millones, pero solo le iba a dar tres millones a su esposa, la misma que lo salvó.

Tres millones ni siquiera cubrirían el costo de una de sus cirugías, y mucho menos compensarían los innumerables trabajos que rechazó durante los tres años que le dedicó exclusivamente a su esposo.

"Si quieres más...". Cary anticipaba más lágrimas o súplicas de Evelina.

Sin embargo, la mujer solo dejó salir una leve risa burlona, tomó el bolígrafo con determinación y firmó el documento.

Su marido vaciló, desconcertado ante sus acciones; en ningún momento anticipó que ella cedería tan rápidamente.

Evelina era huérfana. ¿Realmente estaba dispuesta a renunciar a su actual vida llena de lujos y comodidades?

Devolviendo los papeles firmados, la mujer dijo con un tono frío y claro: "Listo, nuestro divorcio es oficial. Pero Cary, será mejor que no te arrepientas de la decisión que tomaste".

            
            

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