Capítulo 7 Evelina debe morir

Evelina aún no había llegado al hotel cuando la voz de Kristina, llena de ansiedad, llegó del otro lado de la línea.

"¿Y bien? ¿Lograste ver a Jasper Russell? ¿Es realmente tan ridículamente guapo como todos dicen?".

"Desafortunadamente, no", respondió la otra, con un tono burlón. Sabía exactamente lo que Kristina quería: chisme jugoso. "El hombre que apareció hoy probablemente solo era un asistente".

Evelina nunca se había visto cara a cara con Jasper, pero de inmediato se dio cuenta de que, por muy impresionante que fuera el visitante de ese día, carecía del aura inconfundible de alguien que ejercía autoridad absoluta.

Por supuesto, no compartiría esa verdad con Margot. Lo mejor era dejar que esa tonta persiguiera humo. Además, si ella de verdad se atrevía a cortejar a Jasper, arrastraría a toda la familia Gibson a una caída espectacular.

"¡Predecible!", exclamó Kristina, cuya curiosidad desapareció al instante. "Los Gibson deberían sentirse honrados de que el asistente de una persona tan influyente se tomara la molestia de lidiar con ellos. Además, ¿Margot de verdad cree que se casará con uno de los Russell? ¡Por favor! ¿No sabe lo que le pasó a la última mujer que se atrevió a cortejar a Jasper? Toda su familia desapareció de la élite de Ireah de la noche a la mañana".

Kristina había nacido en el seno de la poderosa familia Anderson y siempre había evitado a Jasper, pues era claramente despiadado. El romance o el sentimentalismo no tenían significado para él. Independientemente de su físico excepcional, encanto innegable y apariencia impactante, ella se mantenía bien alejada.

"Cambiando de tema, mi reina", prosiguió rápidamente. "Fiché algunos talentos nuevos y prometedores. ¿Te importaría venir a echarles un vistazo?".

A pesar de que su familia dominaba la escena de los hoteles de lujo a nivel mundial, Kristina había elegido un camino completamente diferente. Fundó su propia compañía de entretenimiento, la cual era su pasión. Y su especialidad era descubrir jóvenes y atractivos talentos de todo el planeta. Después de que los refinaba, confiaba en que podía lanzarlos al estrellato.

Evelina poseía un instinto asombroso para reconocer a las verdaderas estrellas: dos de sus selecciones ya habían alcanzado una fama inmensa. Naturalmente, Kristina siempre buscaba su opinión.

"Claro", respondió Evelina, sin dudarlo.

Simultáneamente, no muy lejos de ahí, Jasper estaba sentado tranquilamente en el asiento trasero de otro vehículo, con el celular pegado a su oído, mientras Ian Payne, su asistente, le contaba lo que había pasado.

"Señor, Esme Barton definitivamente está ocultando algo. Pero Evelina Marsh, la que pronto será la exesposa de Cary Gibson... es bastante intrigante. Casi parece que está segura de que Esme es una farsante".

"¿La que pronto será su exesposa?", repitió Jasper, con una intensidad sutil. "¿Se están divorciando?".

"Sí, están en proceso", contestó Ian rápidamente. "Pero Cary ya muestra abiertamente su relación con Esme".

"Repugnante", soltó Jasper, con un frío desdén.

Él era conocido por su férrea compostura y comportamiento distante, así que rara vez mostraba emociones abiertamente. Por lo tanto, cuando escupió la palabra "repugnante," su asistente reconoció de inmediato el sutil cambio en su tono.

"Todas las cirugías oculares de Cary ocurrieron después de que se casó con Evelina", continuó Ian pensativamente. "Ella estuvo ahí durante todo el proceso: desde los períodos de recuperación hasta los cuidados postoperatorios. Por ende, debe tener una estrecha relación con la verdadera Tejedora de Visiones".

Antes de siquiera poner un pie en Aglonard, Jasper había investigado meticulosamente a todas las personas relacionadas con Cary, pues pasar por alto detalles no estaba en su naturaleza.

"Vigílala de cerca", instruyó el jefe fríamente. "Y descubre la verdad, por cualquier medio".

"Entendido, señor".

Mientras tanto, en la Mansión Gibson...

Margot había estado sollozando dramáticamente durante más de treinta minutos.

"Seguimos siendo influyentes... ¿Por qué no podría tener una oportunidad con él? ¿Por qué todos me tratan como si no fuera lo suficientemente buena?", chilló.

Elora y Cary, enfurecido por su berrinche, hacía tiempo que la habían dejado sola y se habían ido a comer. Solo Esme permanecía pacientemente a su lado, intentando calmar su ego herido.

"Margot, ¿no ves lo que realmente está pasando aquí?", empezó, pero luego hizo una pausa deliberada. Suspiró suavemente mientras la agarraba de la barbilla, para obligarla a verla a los ojos, y le preguntó: "¿Realmente crees que Evelina apareció hoy vestida así solo para molestar a Cary?".

"Esme, ¿notaste algo extraño?", contestó Margot, animándose de inmediato y con la sospecha brillando en sus ojos.

"Es muy posible que el mayordomo le haya avisado a Evelina sobre la visita del señor Russell hoy...", explicó la aludida suavemente, actuando con maestría.

"¿Quieres decir que... está detrás de Jasper?", escupió la otra, con la ira ardiendo en sus pupilas y su expresión contorsionada por la ira. "¡¿Cómo se atreve esa descarada a intentar conquistar a otro hombre justo frente a nosotros?!".

Esme palmeó el hombro de Margot con afecto, como si fuera una hermana mayor preocupada, mientras susurraba: "Así es esa tipa. Al darse cuenta de que perdió a Cary frente a mí, está desesperadamente buscando su próximo objetivo".

"Por favor. El señor Russell no miraría dos veces a muerta de hambre como ella", escupió Margot con desprecio.

"Por supuesto que no", corroboró su interlocutora con suavidad. "Comparada con una dama elegante y refinada como tú, ella es insignificante. Pero algunos hombres caen fácilmente en la tentación que representan esas mujeres atrevidas. El señor Russell nunca se casaría con alguien de su calaña, pero eso no la detendrá en su intento de seducirlo".

"¡Más le valdría no intentarlo!", gritó prácticamente Margot, con sus mejillas ardiendo por la ira.

"A veces solo se necesita una noche", murmuró Esme astutamente. "Si Evelina logra eso, no tendrá que preocuparse por dinero en lo que resta de su vida. ¿No es ese un motivo lo suficientemente fuerte para alguien como ella?".

Con ese último comentario, la instigadora había convertido a Evelina de una simple molestia a una peligrosa competencia.

Margot tembló violentamente, consumida por la furia. "¿No mencionó Hayden Reid que entre sus contactos... tenía unos matones que son sus amigos?", la provocó Esme casualmente, aprovechando el momento.

Margot abrió los ojos con entusiasmo y, sin dudarlo, agarró su celular y le marcó a Hayden. "¿Hayden? ¿Recuerdas que llevas bastante tiempo rogándome que te acepte una cita? Bueno, si me haces un favor primero, que consiste en deshacerte de alguien, aceptaré con gusto".

Detrás de ella, Esme sonreía con frialdad y satisfacción. No podía creer que Evelina se hubiera atrevido a humillarla frente a la familia Russell. Por esa razón, no descansaría hasta sacarla permanentemente de su camino.