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Han pasado varios días desde que me enteré de mi enfermedad, algunos han sido un poco difíciles mis dolores de cabeza son más frecuentes, pero he tenido que fingir que todo está bien aunque tomó el medicamento que me recetó la doctora (tuve que visitarla días después) estos no han servido de mucho, pero intento disfrutar lo que me queda de vida tanto como puedo; estoy en un bar con unos compañeros del trabajo, la verdad es que por lo general no frecuento estos lugares mi mejor amigo me dice que dentro de mí habita una viejita amargada y cascarrabias a lo cual siempre le respondo con un bufido
no es que sea amargada simplemente creo que soy muy aburrida me da flojera ir a fiestas ya que no bebo alcohol y no me apetece socializar con la gente, prefiero quedarme en casa viendo una película o leyendo algún libro acompañado de un buen tazón de helado, está noche en cambio por primera vez quiero tomar tanto hasta perder la razón y saber que sienten las personas estando totalmente ebrias.
Después de algunas horas mis compañeros tienen que llevarme hasta mi casa ya que no me encuentro en condiciones de llegar por mi cuenta, como puedo abro la puerta y veo a mis padres bastante preocupados por mí, después de su largo regaño del cual solo entendí frases como "nunca esperamos que llegarías así", "si te pasa algo", "nos espantaste demasiado" camino hasta mi habitación cayendo por lo menos unas 3 veces antes de llegar a mi preciada cama, me derrumbo sobre ella y siento como todo me da vueltas como estoy tan cansada ni siquiera me digno a cambiarme de ropa y me duermo al instante.
Al día siguiente despierto con un fuerte dolor de cabeza no puedo decir que peor al que sufro todos los días, pero es bastante molesto, siento que en cualquier momento vomitaré por lo que me apresuró y me dirijo corriendo al baño, después de vaciar todo me recargo en la pared y lentamente me levanto hasta mirarme en el espejo tengo una pinta horrible, decido tomar una ducha lo cual me hace sentir mejor y después de ponerme un pantalón de chándal con una blusa de manga larga bajo a desayunar.
Mis padres están realmente enojados sé que no es porque haya llegado ebria es el hecho de llegar tarde y hacer que se preocupen, después de tomar un abundante desayuno e intercambiar unas cuantas palabras con ellos subo a mi habitación y me siento en la otomana que tengo junto a mi ventana, me quedo mirando a través de esta viendo tantas personas que caminan rápidamente sin perder el tiempo, sin pararse a mirar lo que hay a su alrededor, apreciar las flores, el cielo que aunque sea extraño para el mes de febrero (ya saben el dicho febrero loco y marzo otro poco) esta tan azul que es realmente hermoso en cambio hay otros días en que el cielo está completamente gris y frío, no escuchan el canto de los pájaros o simplemente será que ahora estoy apreciando todos estos pequeños detalles porque estoy viviendo los últimos meses de mi vida y en este momento todos esos detalles no pasan desapercibidos para mis sentidos.
Me levanto y me dejó caer frente a mi pequeño escritorio para sacar una libreta donde comienzo a escribir "Lista de cosas que me gustaría hacer" pienso durante algún tiempo y lo primero que se viene a mi mente es teñirme el pelo color rojo siempre lo he querido así, pero también siempre he pensado que es una lata tener que retocarlo debido a mi supuesta falta de tiempo, lo segundo es hacerme un tatuaje lo sé estoy grande para atreverme a hacer estas cosas, la verdad nunca se me hubiese pasado por la cabeza en querer hacerlo por la simple razón que me dan miedo las agujas cada que tenía que hacerme estudios de rutina mis manos sudaban frío y se me congelaban haciendo que mis venas se ocultaran y ganándome al mismo tiempo la mayoría de las veces dos pinchazos, pero como estoy a nada de dejar de existir creo que podré soportarlo, el tercero es viajar por Europa sé que esto es imposible no tengo el dinero suficiente para irme y además quiero estar con mis padres el mayor tiempo posible, sin embargo, lo anoté porque quiero saber que tantas cosas serán posibles de llevarse a cabo y cuales tal vez tengan que esperar a una segunda vida si es que existe la reencarnación.
Pienso durante varios minutos, pero no sé qué más escribir por lo que guardo mi libreta y en cuanto tenga oportunidad iré sumando más a esta corta lista, después me tumbo en mi cama, tomo mi celular y busco en mi lista de reproducción una canción ya que quiero despejarme, sin embargo, como una burla del destino suena In my veins de Andrew Belle para ser sincera está canción me trae malos recuerdos, pero aun así permanece en mi lista, hace años asaltaron a un amigo el cual falleció en un taxi camino a su casa (lamentablemente nunca dieron con los responsables) e inconscientemente cada que escucho está canción recuerdo ese suceso y me pone muy melancólica aun así continúo escuchándola sintiéndome cada vez un paso más cerca de esa inevitable muerte que nos ronda a todos tarde o temprano.
Justo ahora comienzo a recordar a este amigo, él tenía todo un futuro por delante, pero esos canallas se lo robaron en un abrir y cerrar de ojos, ahora mi futuro también está por terminarse lo sé yo misma lo decidí así al no aceptar el tratamiento, pero creo que en el fondo me da más miedo no aguantar el tiempo suficiente y no poder estar con mis padres tanto como me gustaría, ¿Soy una cobarde? Sí tal vez lo sea, porqué hay niños pequeños que se aferran a esta vida y toman ese tratamiento, pero ellos apenas están comenzando a vivir por lo que es lógico que deseen seguir en ella aferrarse a su vida lo más que puedan, conocer un poco más de este mundo, en cambio yo he vivido 28 años muy buenos con el amor de mi familia y amigos maravillosos a los que también extrañaré, lo único que me reconforta es que cuando me vaya no me iré con la preocupación de haber dejado algún hijo creo que en ese caso no hubiese dudado en aceptar el tratamiento aferrándome a mi vida con uñas y dientes por lo que no estaría tan resignada a este destino al cual le di la bienvenida con los brazos abiertos desde que me enteré de mi condición.