/0/16550/coverbig.jpg?v=9f508f33d97044595d8ea6e4461d99b1)
Ian pasó una mano por su rostro con frustración, cerrando los ojos y echando la cabeza hacia atrás hasta golpear la pared con un poco de fuerza. Lo suficiente para que Emma se girara a verlo. Iba a decir algo, pero se quedó callada al recordar que, para el hombre que estaba sentado a su lado, ella no era más que una sustituta.
La clínica era modes