/0/5986/coverbig.jpg?v=7eee0413ffdde6dce6dd0bc9bef69c78)
<
La alarma sonó y lo único que pude hacer fue removerme en mi cama entre gruñidos y maldiciones, tal y como lo llevaba haciendo desde hacía unas tres semanas.
Cada día que pasaba me despertaba con menos fuerza que el anterior. Lo odiaba. Odiaba sentirme así, era como si una garrapata energética hubiera decidido alimentarse de mí. Y la hi