/0/5986/coverbig.jpg?v=7eee0413ffdde6dce6dd0bc9bef69c78)
<
Las casi tres horas de vuelo pasaron tranquilas. Yo me acomodé en mi asiento y me quedé dormida prácticamente todo el viaje.
En Miami nos recibió un ambiente cálido y vivaz, con un gran número de habitantes de ascendencia latina, que, sin duda, inyectan la ciudad de su júbilo; todo lo contrario a New York, frío, cosmopolita y lleno de